Ecuador-EEUU: ¡la coyuntura es política!

Hace un par de semanas, en esta columna, ponderaba el avance de las conversaciones con EE.UU. para alcanzar un acuerdo comercial que nos permita entrar con en ese enorme mercado. La semana pasada se suscribió en Quito, en esa línea, el convenio llamado de Primera Fase que nos conduciría a iniciar las negociaciones del verdadero tratado de comercio bilateral. El documento suscrito entre el ministro Ontaneda y el representante de comercio internacional de EE.UU. (USTR), que es un documento solo técnico y procedimental, tiene cuatro ejes: participación de las pymes, lucha contra la corrupción en el comercio, buenas prácticas regulatorias y facilitación comercial.

Este es el primer paso de los muchos que, sobre todo el Ecuador, deberá dar para llegar al objetivo propuesto. La mayoría de los compromisos adquiridos la deberá cumplir nuestro país. Los EE.UU. los tiene ya asumidos por su fuerte institucionalidad. Nosotros tenemos mucho que hacer para cumplir con la transparencia que esta Primera Fase exige ya que, 1) la corrupción cunde por todos lados y no hay mecanismos ni voluntad política de hacerle frente por este gobierno ausente; y, 2) hacer espacio a las pymes para que se beneficien de este convenio. Los otros dos ejes tomarán años en implementarse.

Tanto el Gobierno como la prensa han sobredimensionado el paso dado, dando por descontado, uno y otra, que todo está hecho. No es así. Es un buen comienzo, pero el convenio está muy lejos.

Y ahora viene los más importante: el contexto político. En EE.UU., el Gobierno saliente ha recibido una fuerte reprimenda del Congreso (ahora en manos de los demócratas y en unas semanas en la Casa Blanca) por la negociación y firma de este convenio. En una carta pública le ha dicho que no está de acuerdo con la negociación por no haber sido consultado previamente como corresponde. En la comunicación destaca la importancia de las relaciones con nuestro país y la necesidad de incluir otros temas en la negociación como el medio ambiente y los derechos de los trabajadores y advierte que Ecuador no cumple con los derechos humanos “incluyendo el uso excesivo de la fuerza contra manifestantes”; que tiene una excesiva dependencia financiera con China por lo que considera “profundamente preocupantes” las negociaciones con el Ecuador. Pronto habrá un ejecutivo demócrata en EE.UU. y podrá exigir al Ecuador que cumpla con lo dicho en la carta del Congreso. Aquí, partir de mayo, habrá también nuevo gobierno que se puede oponer a lo acordado y hasta retirarse de la negociación. Las cosas están en el aire y nosotros festejando, tanto el Gobierno cuanto el empresariado, por no haber considerado la coyuntura política ni haberse relacionado correctamente con los demócratas.

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