Pekín devaluó el yuan durante tres días consecutivos, un total de 3%, un segundo gran remezón después que en julio colapsó la Bolsa de Valores de Shanghái.
Ambos son síntomas que algo malo está pasando en la economía China. Se suponía que el gigante asiático ya no podía crecer con base en exportaciones y debía estimular el consumo de su inmenso mercado interno. Esa transición habría encontrado graves problemas, de ahí el colapso del mercado de valores. La devaluación está encaminada a recuperar mercados externos.
La economía se desacelera. Luego de largos años de crecer al 10%, para 2015 la meta es de 7%, y en el primer crecimiento ha sido de 7% anualizado. Pero hay críticos que opinan que probablemente el crecimiento es menor, ya que el INEC chino depende de los informes de los gobernadores provinciales, que maquillan las cifras por conveniencia.
Sea lo que fuere, las consecuencias para el Ecuador de los problemas económicos de la China serían:
Fortalecimiento del dólar. Para empezar, Japón, Corea y otros países asiáticos buscarán no perder competitividad en relación a China y devaluarán sus monedas, afectándonos porque el dólar se seguiría fortaleciendo. Ya competimos en banano y flores con Colombia, cuyos precios medidos en dólares han bajado 29% en 12 meses, Perú anuncia que nos desplazará como mayor exportador de cacao fino de aroma.
Según datos del Central, las exportaciones de flores ecuatorianas tuvieron un pésimo junio. En Europa compiten además de Colombia, con países africanos con monedas ajustadas al euro, que se ha depreciado drásticamente.
Mayor dificultad en entrar al mercado chino. Hemos estado enviándole camarón a través de Vietnam. Este último es el segundo mayor exportador de camarón del mundo, pero por una peste, compra camarón a Ecuador y lo pasa por las fronteras a China. Las ventas directas a China causan un arancel de 22%. Hoy aparentemente Vietnam deja de comprarnos, los camaroneros bajan la densidad de su siembra porque vislumbran la pérdida de mercados.
El menor dinamismo de la economía china es uno de varios factores que inciden en el exceso de oferta de crudo en el mercado. El petróleo está a su nivel más bajo en seis años, debemos estar vendiendo a eso de USD 38 por barril, precio al cual no entran ingresos petroleros a las arcas fiscales.
Con nuevas realidades económicas, Pekín ha de redefinir sus prioridades económicas. Este año los desembolsos de créditos chinos están muy por debajo de lo anticipado. Un desembolso chino que se anunció se había recibido en junio no aparece en las estadísticas, por lo que debe haber sido una venta anticipada de petróleo.
El presidente Correa apostó a la China, creo que acertadamente, pero lamentablemente pecó de exceso. Si China se enferma, nos contagiamos.
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