Una niñita de año y medio fue violada en el sur de Quito el 31 de marzo de 2018. El reo fue condenado a 29 años de cárcel en enero de 2019, a pocas semanas del año del cerdo en el calendario chino. Los tres jueces que lo condenaron hicieron el chino a un inocente. Desgracia para este. Justicia cochina, puerca, medrosa, cruel.
Jorge X es el nombre del agraciado-desgraciado. Zeta, zeta, zeta son los nombres de los señores jueces de esta tragedia. He aquí las circunstancias de la violación, cómo se dictó la sentencia y quién es el reo.
Jorge conoció a madre e hija en Facebook. Se gustaron, se necesitaron, se unieron de hecho.
“¡Pobre corazón humano, así como la hiedra se adhiere al olmo, así te adhieres tú donde encuentras un poco de amor!”. La madre de Jorge vivía con ellos.
El 31 de marzo de 2018, a las cinco de la mañana, las dos madres salieron de casa y se dirigieron al mercado mayorista en la séptima parada del corredor trolebús del sur de Quito. Se identifica tal parada por la iconografía de quintales de arroz y una canasta de papas. Al por mayor compran los pobres cuando pueden, a fin de ahorrar. Economistas de barrio graduados en la universidad del hambre, del ajo, de la cebolla y del tomate riñón. Dejaron a Jorge y a la niña dormidos. Había un huésped en casa, ladronzuelo y drogadicto.
Regresaron las madres a las 8 de la mañana. La madre encontró a su sol ensangrentado. Voló al Hospital del Sur y a la maternidad Isidro Ayora. Confirmada la violación, llamó a la Policía, informó que no había habido nadie en casa, salvo Jorge y la niña. Llevaron a Jorge a la cárcel del Inca donde los presos le apuñalaron; de ahí al hospital y, apenas repuesto, a la cárcel de Latacunga por razones de seguridad.
Las arañas Viudas Negras venenosas de las redes sociales condenaron a Jorge. Pedían para él la pena máxima.
Analizados los ADN de la niña y de Jorge, se halló que en nada coincidían. Se informó a los jueces. El juez Zeta 1 lo consideró culpable. El Zeta 2 dudaba. El Zeta 3 lo consideró inocente. Sin embargo, por miedo a la opinión pública si lo declaraban inocente y por temor de que las jerarquías superiores los castigaran, le dieron la pena de 39 años de cárcel.
Jorge tiene 30 de edad y ocupa el cuarto lugar entre los hermanos. Hijo de albañil y lavandera tuvo una excelente primaria y secundaria en el Instituto Ecuatoriano de Investigación y Educación Popular de Chilibulo. Siempre fue una persona alegre, presta a ayudar a los demás.
No tiene plata para pagar el coste de una apelación. Acudirá a un defensor público. ¿Habrá alguien de prestigio que le ayude gratis?
En Latacunga lo despacharán de una mala puñalada.
Nuestra Señora María del Carmen Maldonado, haz el milagro de salvar a un inocente. Y ruega al Señor que te ayude a ser el instrumento de un amor justiciero. Tú que has sufrido el mote de correísta. Perdónalos porque la ignorancia y la temeridad son viciosas.