Tan solo cuatro cursos de doctorado han sido aprobados por los organismos competentes del Estado ecuatoriano. Uno de ellos el de Historia Latinoamericana bajo la responsabilidad de la Universidad Andina Simón Bolívar (UASB).
Comenzando por su rector, Enrique Ayala Mora, doctor en Historia por la Universidad de Oxford, en la UASB el estudio de la Historia ha sido una de sus vocaciones sobresalientes, puesta de manifiesto en estudios fundamentales. La “Nueva Historia del Ecuador”, en decenas de volúmenes, se constituye en la evidencia de que los estudios históricos relacionados con nuestro país requerían del concurso de especialistas de buen nivel en todos los campos científicos relacionados con el conocimiento de esa enormidad que significa la historia de un pueblo.
Atrás quedaron los estudios historicistas que reducían el comportamiento de los protagonistas a situarles en los estrechos límites del ‘momento’ en el que actuaron. De ahí que ante el asombro de los legos en la materia y de los historiadores tradicionales, el protagonista de la Revolución de Quito, la que nos llevó a la independencia, fue el pueblo, la plebe, la que empujó los ánimos de los criollos, marqueses incluidos.Cuando en un claustro universitario se producen obras así el ambiente debe ser propicio. “Liberal y limpio”, según opinión de don Gregorio Marañón. Nada de consignas, nada de dogmas, nada de trincas, nada de ‘verdades científicas’.
Son los espíritus eclécticos los que florecen y dan fruto en los espacios universitarios en los que se respira el oxígeno de la libertad de pensamiento. Es la obra de Enrique Ayala Mora en la UASB. Hay antecedentes en nuestro país: Pérez Guerrero, J. Rubén Orellana, Walter Valdano, Manuel Agustín Aguirre. Señores rectores, señores ingenieros, señores doctores. No les cabe diminutivo alguno, peor en tono despectivo. A mi juicio, una pachotada mayúscula la que se le salió a Rafael Correa cuando en una sabatina se refirió al señor rector doctor Enrique Ayala Mora.
Qué honroso para nuestro país ese Doctorado sobre Historia Latinoamericana. Profesores y estudiantes nacionales y extranjeros. Para venir a estudiar o a enseñar en una universidad de un país pequeño como el nuestro, debe gozar de prestigio bien ganado en esas lides académicas en las que los méritos se imponen en base a publicaciones y comunicaciones sujetas al escrutinio de la comunidad científica internacional.
Cuando se pretendió organizar en Quito un congreso científico latinoamericano, tuvo que quedar ahí nomás pues sus promotores eran ilustres desconocidos en quienes no se vio ningún mérito como para ser anfitriones de una cita de tal magnitud.
La nueva historia latinoamericana es la que se imparte en el doctorado de la UASB. Enhorabuena. Nada peor para la conciencia colectiva que vivir de cuentos.
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