Lo que parecía una medida precipitada e irresponsable podría ser vista también como una jugada maestra. Se dice con insistencia que Lenin ya había pensado en Otto Sonnenholzner para completar su papeleta electoral del 2016, pero Correa le impuso a su guardaespaldas. Acceder al poder con Glas y desecharlo luego con todo el respaldo nacional, y haber utilizado al resbaladizo clan Vicuña para el control de AP y descartarlo con tanta facilidad es sencillamente magistral pues le permitió al Gobierno sacar de la gaveta esa primera opción, asentada en una premisa que sonaba a broma en el siglo pasado pero que ya no lo es; a saber, que la izquierda y la derecha unidas jamás serán vencidas.
Enigma 1: ¿Existe un estratega tan brillante en Carondelet como para cranear todo esto, o son puras especulaciones generadas por la falta de información y seguimos en manos del azar?
Enigma 2: Comunicador profesional, Otto sabe qué imagen proyectar en este momento: luce correcto, mesurado, respetuoso, casi no sonríe. Aunque a primera vista no tiene un pelo de alemán, la procesión marcha por dentro y hay que leer entre líneas para olfatear eso que para un antiguo paisano suyo, Friederich Nietzche, era una clave de su filosofía: ‘der wille zur macht’ , la voluntad de poder. Habiendo entrevistado durante doce años a políticos variopintos, en este país donde la mayoría de políticos tienen un nivel cultural deplorable, muchas veces habrá pensado que él lo haría mejor.
Pues la invitación a probarse le cayó del cielo y era imposible desperdiciar la oportunidad. Ahora tiene un gran desafío, con su sangre alemana y con el país.
Como nosotros somos sus mandantes, no Lenin, hubiera sido deseable que conociéramos de antemano qué piensa el economista y empresario calificado de liberal sobre temas tan decidores como, por ejemplo, el aborto, la legalización de la droga, el matrimonio homosexual, la eutanasia. Si es un liberal progresista como Vargas Llosa, estará de acuerdo; si es un liberal religioso como Guillermo Lasso, estará en contra. Pero ante los ‘faits accomplis’ solo nos queda rogar que, por lo veloz de la elección, no se haya quedado algún esqueleto escondido en el armario porque un tercer escándalo sería insoportable.
Enigma 3: Cuando le preguntan a qué le gustaría dedicarse, aparte de la respuesta obligatoria ‘a lo que el Presidente decida’ y a opinar en el gabinete, dice que le interesa el Ecuador del futuro. Suena bien: ¿quién se va a oponer a cosas como la biotecnología, la inteligencia artificial y la preparación nacional para un mañana que ya está aquí, como escribí en mi artículo anterior? Si camella bien y evita contaminarse con el desgaste de un Gobierno obligado a hacer ajustes, la derecha guayaquileña tendrá un delfín imparable que hará ver cual dinosaurios a Lasso y a Nebot.