Al parecer, los ecuatorianos debemos sentirnos agradecidos porque el Señor Presidente de Colombia va a hacer el favor de colaborar con nuestro país en el problema que nos ocupa.
La Paz en Colombia, que provocó la formalización civil de los líderes de las FARC y de varios de sus miembros, también incrementó de grupos delicuenciales, disidentes, atados al negocio de la droga y actuando como protectores, custodios y operadores logísticos.
El Oligopolio del pasado, FARC y ELN, en el control de la insurgencia colombiana, en cuanto al cultivo y custodia de la droga, se convirtió en un mercado más perfecto, donde los participantes son más y se han organizado territorialmente al mejor estilo y técnica comercial. Hoy en la zona de Tumaco existen 12 grupos subversivos diferentes, disputándose el territorio, sus beneficios ilegales y respaldando los carteles mexicanos.
¿Qué clase de control tiene Santos sobre este territorio? el mismo o peor al que deliberadamente no ejercicio el gobierno de Correa en la zona de Esmeraldas y norte de Manabí. Todo un territorio supranacional disponible y al servicio del cultivo y transporte de droga sin control. Parecería que los narcotraficantes compraron el derecho de uso con la garantía de no ser molestados, ¿quienes habrán recibido el pago por este servicio?
Desde Lima, el Presidente Santos indicaba que brindará apoyo al gobierno ecuatoriano para resolver su problema, el de los familiares y los secuestrados, que son ecuatorianos y fueron secuestrados por un ecuatoriano. Muchas gracias, ¿qué haríamos sin su ayuda.
Como indica Pablo Cuvi en su columna de opinión, en esta década se ha profesionalizado la sapada, pero no solo por los revolucionarios del gobierno de Correa, sino también por el gobierno de Colombia que ha entregado una zona para delinquir sin contratiempos.
Pactos tácitos de no molestar a los carteles ni en uno, ni en otro país. Lo interesante del tema es la capacidad del Presidente de lavarse las manos y pasarle la pelotita al gobierno del Ecuador.
Usted presidente fue Ministro de Defensa y atacó el Ecuador para dar muerte al camarada Raúl Reyes y no es capaz de controlar una zona en su propio país que se encuentra a merced de la droga, es algo por demás sospechoso.
Su colega de turno hizo lo propio en nuestro país con el apoyo de quienes permitieron que el Ecuador sea la gran autopista (al buen estilo de Correa) para el transporte de la droga producida en el territorio comprado por los narcos en la zona de Tumaco.
La corrupción, el cinismo y la sapada ha capturado buena parte de la política latinoamericana, la narco-democracia nos ha gobernado en estos últimos 10 años y sin duda a los hermanos colombianos también.