La presidencia de Lenín Moreno, iniciada el 24 de mayo, se aproxima a su octavo mes y no hay duda de ha sido interesante e inquietante. La primera etapa dio la sorpresa de la ruptura con el ex presidente Correa, anunciada con la explicación morenista de que enfrentaba varios desafíos, entre ellos que la mesa no estaba servida y que se perfilaba una gran deuda por pagar. La respuesta correísta, desde Bruselas, fue tajante: esto me suena a traición. Lo que se esperaba de mi presidencia era algo muy diverso. Nada menos que el apoyo para un nuevo período correísta, dice Moreno. Entre estas y las otras Rafael pasaba unos días muy tristes en Bruselas, recibiendo malas noticias. El sucesor ganaba terreno y no faltaban las acusaciones dirigidas al largo período presidencial correísta. Más iras en el ático. Mientras tanto, en el Ecuador tomaba cuerpo una figura política. Nada menos que la consulta, con el objetivo de truncar la aspiración correísta de gobernar cuatro u ocho años más. Lo que sea posible.
El presidente Moreno y los suyos bregaron con todos los recursos para abrirse paso a la consulta, teniendo en cuenta que los organismos vigentes, entre ellos la Corte Constitucional, tienen un fuerte olor correísta. Finalmente se aprobó que la consulta se realice el 4 de febrero. El presidente Moreno y los suyos parecen confiar en los factores y partidarios ganados durante los primeros meses, cuando entonaban un canto victorioso, y siguen siendo los lógicos aspirantes al triunfo. Pero, por cierto, a estas alturas deben tomar en cuenta que los rivales ya no son los mismos. Ahora tienen el refuerzo de un Correa que se mueve por todo el país con gran entusiasmo, aunque sea muy de apuro y cuando no faltan las acusaciones y hasta ha sido sancionado con seis años de prisión y destituido el ex vicepresidente Glas, el funcionario más sonado del correísmo. Todo puede pesar en favor de uno y otro, más aún cuando la consulta aparece en algunos momentos como una confrontación de tono individual Moreno vs. Correa.
En este panorama político no falta un verso de humor firmado por Soflaquito sobre “las aventuras de Alianza País: “el súper uno aliancista- ex presidente Correa-está bravo porque tuvo-que bailar con la más fea./En Babahoyo, de pronto-le dijeron al pasar:-Rafi: a tu Alianza País-hoy tienes que renunciar./Yo soy jefe y fundador-refutó Rafi, indignado-y quiso seguir viajando-Ecuador de lado a lado./Yo sé que mi chisme Rafi-no es muy justo ni muy bueno-pero ahora el súper jefe- de Alianza es Lenín Moreno-/Maldición, mi gran Alianza-movimiento y no partido- era mío y ahora yace-en manos de ese bandido-/Ahora mis aliancistas-sufrimos otro tormento:-nos ordenan que formemos-de apuro otro movimiento./Pues bien, fundemos veloces-y porque nos da la gana-el famoso movimiento-“Revolución Ciudadana”./El Consejo Electoral-nos dice “no”, qué maloso- y nos pide un movimiento-más moderno y más gracioso.