En una rara ocasión que tuve la oportunidad de viajar en primera clase (porque gané una beca que decidió pagar ese tipo de privilegio), se sentó a mi lado un inversionista inglés. Era enero del 2007 y decidí preguntarle qué le movería a invertir en mi país, Ecuador. El me contestó que regularmente invierte en Latinoamérica, pero que después de los análisis que vio de The Economist Intelligence Unit y otros indicadores, le sería muy difícil hacerlo. Me explicó que él tiene muy poco tiempo para conocer a fondo un país, así que el análisis ponderado de los índices de inversión, le hacen la vida más fácil. El me decía ¿cómo no voy a creer en The Economist?
Es absurdo criticar o poner en tela de duda índices internacionales de inversión, competitividad o innovación internacionales porque algunos ponderen más inversiones estatales, otros, libertades individuales y empresariales o algunos, más percepciones empresariales, al final del día las conclusiones son las mismas, la inversión llega o no llega. Y, sin inversión, no hay innovación. Y la verdad de la milanesa es que Ecuador ha caído sistemáticamente en todos los índices que importan. El más importante, el Indice de Competitividad Global Del Foro Económico Mundial dejó de analizarnos para el 2015 porque –y cito sus palabras- “problemas con los datos disponibles para poder realizar un análisis adecuado” (p. 11), uno de los pocos países junto con Brunei, Bosnia Herzegovina, Liberia y Benín. En el último índice donde apareció 2012-2013 mejoró considerablemente, del puesto 110 al 86 en el ranking, pero igual estaba mucho más abajo que países más pequeños de América Latina como Guatemala, ni qué decir de Uruguay o Costa Rica. A propósito, estos dos países encabezan la lista de América Latina en el reciente Indice Global de Innovación 2016. Lo importante de este índice es su capacidad para medir la eficiencia del gasto en innovación con el extremo de Suiza, donde la eficiencia es cercana a 100, hasta Ecuador donde llega a 0.60. Por supuesto hay países que las tienen mucho peor, pero sólo Bolivia y Venezuela están peor en Sudamérica. La famosa revista especializada en lugares para invertir –SITE- hizo su ranking de los mejores del 2016. Ecuador ni siquiera fue mencionado aunque sí muchos de los usuales competidores como Uruguay, Costa Rica, Chile, Perú, México y El Salvador.
El gobierno debe hacer un proceso introspectivo profundo para ver qué puede corregir. Especialmente ahora que prepara un gran cumbre de inversiones para octubre. Las inversiones son decisiones subjetivas aunque estén llenas de datos para justificarlas. La mayoría de empresarios piensan dos veces en invertir en un lugar donde se atacan a los índices y a publicaciones de expertos en las que ellos confían a la hora de invertir. Como dicen los expertos, el mejor marketing no puede vender un mal producto. Es hora de hacer enmiendas y serias si queremos inversión.