En los últimos meses hemos sido informados de un alarmante número de casos de abuso sexual infantil perpetrados en las escuelas del país. Esto es una tragedia y una clara señal de alarma como para declarar una verdadera emergencia de salud, por las consecuencias a corto y largo plazo, que este tipo de agresión a los niños, puede desencadenar.
A corto plazo, lo que puede considerarse dentro de los dos años desde el abuso, incluyen miedo, alteraciones del sueño y alimentación, fobias, culpa, vergüenza, ira, depresión, problemas escolares, delincuencia, agresión, hostilidad, conducta antisocial, conducta sexual inapropiada y huir de la casa.
Secuelas a largo plazo incluyen un amplio rango de trastornos médicos, conductuales y psiquiátricos que incluyen depresión, trastornos de alimentación, obesidad, sentimientos de aislamiento, baja autoestima, problemas en relaciones personales, alteraciones en su funcionamiento sexual, abuso de sustancias, conducta suicida y psicosis.
Para la evaluación en niños que han sido abusados, se recomienda que esta debe realizarse en un ambiente adecuado, de preferencia sin la presencia de los padres. Debe ser realizada por personal muy bien entrenado y especializados en abuso de niños. Un equipo de profesionales médicos, psicólogos, tecnólogos de laboratorio, etc., que evalúe medicamente y se recolecte, si es el caso, evidencia física que tenga valor en un juicio, al tiempo que se descarten consecuencias médicas, como embarazo o enfermedades de trasmisión sexual. Los psicólogos infantiles y de adolescentes, de preferencia forenses, que saben hacer entrevistas en las que se pretende que el niño, en sus propias palabras, sin la intervención que vaya guiando la narración, ya sea por parte del entrevistador o los padres, permita que el niño cuente libremente, lo que venía sucediendo, y cuando se le interrogue, se eviten preguntas que podrían ser dirigidas, si no, más bien preguntas abiertas y que al mismo tiempo se vaya haciendo evaluación de las necesidades psicológicas que ese niño en particular va a necesitar.
Creo que es urgente la creación en el país, de un centro de evaluación de abuso sexual.
Este centro debe ser una unidad interdisciplinaria en la cual personal adecuadamente entrenado pueda hacer las evaluaciones, pues el investigar este tipo de temas representa un reto legal, médico, psicológico y ético, el cual debe ser realizado por personal muy bien entrenado, para evitar que la misma investigación genere traumas irreversibles al tener que ir repitiendo su dolorosa historia, de uno a otro lugar de evaluación, o se señale a individuos inocentes y se encubra a verdaderos abusadores.
Este centro podría servir de apoyo y de entrenamiento de otros profesionales los cuales podrían estar en otras ciudades del país.