Lo que sucede es que ha cambiado de ropaje. Ya no es el que corresponde a la polarización de años pasados, ahora el vestido es más simple y por tanto descarnado o menos atractivo.
De los libros del Dr. Osvaldo Hurtado puede constatarse la evolución, si se comparan los contenidos de su primera obra “Dos mundos superpuestos” que confrontaba a la dialéctica marxista con una visión yuxtapuesta de culturas opuestas, con su última obra “Ecuador entre dos mundos”. En esta se evidencia que fue superado el contenido ideológico de la Democracia Cristiana de viejo cuño por el actual, donde el sesgo no es ideológico sino pragmático: el liberalismo frente al estatismo. Ni el estado hace bien lo que puede hacer con oficio el sector privado, ni el sector privado debe someter con sus tentáculos de presión al estado causando peligrosas hegemonías que terminan en la oscilación violenta del péndulo, que al final demanda el auxilio populista.
En la actualidad y en eso radica la importancia del libro del expresidente, somos sobrevivientes como en algunos países, del caos causado por los gobiernos populistas con recursos extraordinarios y convencidos de una titánica labor mesiánica con vigencia infinita. Así sucedió antes como una tara continental con los Somoza en Nicaragua, Stroessner en Paraguay o los Castros a nombre de la revolución en Cuba. En nuestro día con los Kirchner en Argentina, el chavismo en Venezuela o el socialismo del siglo XXI en Ecuador.
Luego de las nefastas administraciones de los recursos públicos el péndulo se mueve hacia el otro extremo y vuelven los mitos y valses de que todo lo puede hacer la gestión privada, sin límites y sin trabas, desconociendo a su vez la frontera de lo público y lo privado. En el reciente pasado, el estado era todo y por ende el pueblo era parte de ese todo. En el presente, luego del fracaso de los estatistas la propuesta consiste en que el interés privado también lo es todo y el pueblo también.
En el balance del gobierno las primeras cuentas son positivas. Se liberó del peligro de la Vicepresidencia y fragmentó el movimiento ganador de la década pasada; luego, el diálogo con el sector empresarial se mantuvo fluido, hasta el proyecto de reactivación económica y el proyecto tributario encubierto. Habrá que esperar la reacción frente al texto final que aprobó la asamblea. O lo aprueba, lo que parece imposible; lo veta totalmente, algo muy difícil debido a las necesidades fiscales y solo podrá ser tratado luego de un año; entonces, lo probable es que lo modifique, lo devuelva a la asamblea y será el final, ya que para objetarlo se necesitan dos terceras partes .
Debe agregarse en el haber la aprobación en silencio de la Consulta Popular. Es una victoria de visitante en uno de los escondrijos más inexpugnables del correísmo. El péndulo se mueve lentamente: es el nuevo estilo.