Parte importante en el servicio de prevención pública realizan las Unidades Metropolitanas de Salud que, en Quito, proporcionan atención gratuita. Este servicio que, para muchos, constituye una verdadera novedad, ha comenzado a ser atendido en las ‘Clínicas metabólicas’ que funcionan desde el año pasado.
El auxilio que ofrecen se concreta atendiendo enfermedades crónicas no transmisibles, entre ellas una que asuela a miles de personas: la diabetes, pero también enfermedades cerebro vasculares. Los pacientes de estas graves dolencias tenían atención médica gratuita en ‘Salud al Paso’, proyecto que el Municipio capitalino arrancó en el año 2015. Allí han atendido a 300 mil personas, con una investigación inicial de la presión arterial y el estado general. Cuando los riesgos comienzan a ser mayores, someten al ciudadano a un diagnóstico más riguroso. Para ello, se originaron las Clínicas metabólicas.
Un reportaje revelador publica EL COMERCIO el 4 de marzo pasado, siendo su autora la Redactora Sra. Patricia González.
Trabajan en ellas médicos especialistas, pero también médicos generales, médicos familiares, internistas, nutricionistas, cardiólogos y psicólogos. Otorgan al paciente estudio integral no solo para evaluar las causas externas de su mal sino para que pueda tener resultado efectivo. Cuando la situación del paciente va más allá y se hace necesaria atención curativa es referido a una Unidad de Salud del Ministerio, o del Seguro Social.
Desde abril del año pasado hasta enero atendieron a 2 600 pacientes provenientes desde los puntos de Salud al Paso. De este modo, se asegura que cada paciente pueda mantener su vida diaria, sin evolucionar a situaciones graves y gozar de condiciones ausentes de sobresaltos y peligros mortales.
Silenciosamente, sin aspavientos ni proclamas el actual Municipio Metropolitano de Quito está otorgando servicios trascendentales y gratuitos en materia de salud y bienestar. Un servicio altamente loable es el de los Guagua Centros, donde alojan a niños pequeños mientras sus madres trabajan; otro, atención a las dolencias propias de la vejez en cuanto a la vista, trabajando con prestigiosa clínica a la que llevan en vehículo municipal y los retiran una vez atendidos. Son miles los beneficiados de este servicio.
Cuando una entidad pública trabaja sin los avatares de la diaria pelea política, los resultados son sumamente loables. Y el Alcalde y los concejales no están en todas partes presidiendo inauguraciones, pronunciando discursos ni originando luchas con adversarios reales o supuestos.
Desde época remota, los elegidos para el Concejo Municipal capitalino, convinieron, tácitamente que, durante su periodo, la labor era servir a la ciudad y que la política queda fuera del recinto municipal. Y así aconteció.
eecheverria@elcomercio.org