Dado que las coincidencias no existen, hay que mirar con ojos atentos algunas movidas de fin de año dentro del moribundo sistema de justicia; una actividad inusitada que pareciera enfocada a evacuar temas de interés político del poder, a las puertas de un cambio dirigido por un Consejo de Transición de clara inspiración gobiernista.
Parece que nadie debería sorprenderse con la llegada del ex vicepresidente Alberto Dahik, quien ya fue declarado inocente por el presidente Rafael Correa. Un actor más en el fragmentado escenario político electoral, y hasta un globo de ensayo para el posible regreso del ex presidente Abdalá Bucaram como parte de un acuerdo político.Tampoco debe llamar la atención la reactivación del juicio contra el ex presidente Jamil Mahuad. Un golpe de efecto con pocos resultados reales. Es llamativo que el juez no haya fijado medidas sustitutivas para que Mahuad pueda venir a responder ante la ley, como en cambio sí se hizo con Dahik y el ex ministro Jorge Gallardo.
Tampoco hay que admirarse de la negativa de la Segunda Sala de la Corte al recurso de hecho presentado por el periodista Emilio Palacio, lo cual significa su condena en firme: tres años de prisión y el pago de USD 30 millones de modo solidario con los directivos de El Universo, donde se publicó su artículo supuestamente injurioso contra Correa.
Pero es inevitable no escandalizarse por el hecho de que el Presidente de la Sala que dictó esa providencia -y que aún debe actuar en la tercera instancia del juicio contra los directivos de El Universo- haya sido incluido a última hora en la lista de candidatos de donde saldrá la Corte que supuestamente vendrá a librar de todo mal a los ecuatorianos.
El instructivo aprobado por el Consejo de Transición menciona claramente que se elaborará un listado con los nombres de 63 personas preseleccionadas, antes de la audiencia pública que será determinante para saber cuáles serán los 21 miembros de la nueva Corte.
Así fue hasta la semana pasada, cuando en los listados del Consejo no aparecía el nombre de Luis Quiroz. Pero, después de un “alcance” que supuestamente intenta corregir un error técnico, se lo incluyó en la lista de los 63… más 1.
El caso de El Universo, decisivo para los derechos civiles en cuanto puede convertirse en un nefasto precedente para la libertad de opinión y de expresión, ha estado plagado de “coincidencias”, a la que hoy se suma la del candidato 64.
¿Así se ejerce la revolución de manos limpias? ¿Qué dicen los veedores internacionales, con Baltazar Garzón a la cabeza? Muy mal precedente, no solo porque afecta a la supuesta nueva etapa de la justicia, sino porque evidencia cómo el poder ciudadano ha sido cooptado por el poder político, a vista y paciencia de todos.
Quizás éste ya puede empezar a revisar la posibilidad de cambiar la máxima “El Estado soy yo” por “La sociedad soy yo”.