‘China y los mares distantes’

En 1985, cuando China incursionó en la pesca en aguas distantes contaba solamente con 13 buques para este propósito. Desde entonces, mucho ha cambiado. Por un lado, China se ha convertido en el primer productor y exportador de pescado; y por otro, su demanda interna ha crecido debido a un gran apetito por frutos del mar de su creciente clase media. Estos dos factores han resultado en el agotamiento de los mares chinos, y ha motivado a empresas chinas a incursionar en otras aguas.

Hoy en día, la flota pesquera china de aguas distantes es la más grande del mundo y cuenta con más de 3.000 embarcaciones. El gobierno chino ha apoyado a las empresas pesqueras a través de exenciones fiscales, subsidios de combustible y subsidios para la construcción de buques. En los últimos años, barcos pesqueros chinos han protagonizado varios incidentes en todo el mundo. Algunos de estos inclusive han afectado zonas protegidas como las Islas Galápagos, consideradas por la Unesco como Patrimonio Natural de la Humanidad. En 2017, las autoridades ecuatorianas detuvieron al barco Fu Yuang Yu Leng 999 con 300 toneladas de pescado (incluidos tiburones) obtenidas ilegalmente en estas Islas. De nuevo, en junio de 2020, una flota de cerca de 260 barcos chinos pescaba calamar gigante en los límites de la zona económica exclusiva (ZEE) de las Islas Galápagos. Esta historia se ha repetido en las ZEE de Perú, Argentina y Chile, lo cual ha resultado en la violación de principios soberanos relacionados a la exploración, explotación, conservación y administración de los recursos marinos establecidos en la Convención del Mar (Convemar) de Naciones Unidas. Pero China no sólo es miembro de la Convemar, sino que éste pasado agosto un diplomático chino fue elegido como miembro del Tribunal Internacional de los Derechos del Mar.

Sin duda, todos los Estados están obligados a asegurar la protección de los mares, pero es claro también que lo que China haga -o deje de hacer- tendrá un gran impacto global. Así, es esperanzador que las autoridades chinas hayan iniciado procesos de actualización y creación de normativas para mejorar la supervisión de las operaciones de sus flotas en aguas distantes, por ejemplo se esta revisando la Ley de Pesca, en la que se busca incluir sanciones severas a la pesca ilegal, como la confiscación de equipos y multas significativas. Además, esta surgiendo nueva normativa en esa dirección, como las Regulaciones de Manejo de Pesca en Aguas Distantes; las nuevas Medidas de Manejo para la Pesca de Calamar en Alta Mar; y nuevas Medidas Administrativas del Sistema de Monitoreo de Buques. Es importante que las autoridades nacionales se familiaricen con estas normas y las usen, por lo menos a nivel diplomático.

Ahora, el desafío más grande es que las autoridades chinas logren implementar las nuevas normas para que sus buques no amenazan la sobrevivencia de los ecosistemas marinos y el derecho de las futuras generaciones a conocer y gozar de océanos vivos.Iniciativa para las Inversiones Sustentables China-América Latina (IISCAL)

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