Terminada la reunión Río + 20, diversos mandatarios asiáticos y europeos visitaron países de la región. Mi país fue visitado por el Primer ministro de la República Popular China, Wen Jiabao, ocasión propicia para firmar con el Presidente Piñera una decena de acuerdos, entre los que destacan los de inversiones y fortalecimiento de exportaciones, con el propósito de duplicar, de aquí a 2015 el comercio con el gigante asiático, esperando llegar a los USD 60 000 millones.
El año pasado, el comercio chino-chileno llegó a USD 30 556 millones, de los cuales USD 17 923 fueron envíos chilenos. El 87% correspondió a productos mineros, convirtiéndose China en el primer consumidor mundial de nuestro cobre. Además, es un importante consumidor de ciertos productos agroalimentarios (diversas carnes, harina y aceite de pescado entre otros). En línea con lo anterior se firmaron importantes convenios que obligan a cumplir con altísimos estándares fito-zoo-sanitarios. Por ello lo destacó el presidente Piñera, China se ha convertido “en el principal socio comercial de Chile en el mundo”.
Un aspecto destacado de tal visita, y que complementa el Acuerdo de Libre Comercio de 2006, fue la declaración sobre el término de las negociaciones del capítulo inversiones. Así, la inversión china en la región, concentrada básicamente en Brasil y México, tiene el sustento para expandirse hacia otros países. La entrada en vigencia del capítulo mencionado facilitará el ingreso de capitales chinos a la minería, que tiene –en Chile- en carpeta proyectos que requerirán en los próximos años cerca de USD 100 000 millones de inversión.
Paralelamente, se conformó un Grupo de Trabajo para negociar un Acuerdo que evite la Doble Tributación y se invitó a empresas chinas a participar en la licitación del puente sobre el Canal del Chacao que unirá el continente con la Isla de Chiloé, con una inversión estimada de USD 740 millones. Además, se firmó un Plan Quinquenal para el mejoramiento de la cooperación agrícola.
Lo acontecido ha generado mucha expectación. Ello, se explica por un trabajo diplomático de décadas, que ha presentado a Chile como un país pujante y globalizado, cuyo motor han sido la apertura y las exportaciones al mundo. En el caso de Asia se ha reflejado en la incorporación en 1994 de Chile al APEC, que agrupa a una veintena de economías cuyos PIB sumados representan casi el 80% del mundial.
Las muy promisorias relaciones político-económicas chileno-chinas, inauguradas en 1970 han llevado a la dinámica que actualmente apreciamos y que en palabras del mandatario chino se definen como de “asociación estratégica”, lo cual no es poco si consideramos que la economía china es 30 veces el tamaño de la economía chilena, y que su población es 82 veces la del país austral.