El juicio al ‘Chapo’ Guzmán que se lleva en Estados Unidos no ha detenido la llegada a ese país y a otros de ningún gramo de cocaína. La hidra de mil cabezas que es el negocio del tráfico de drogas, sigue boyante, intacta.
Los dibujos y relatos que se publican desde noviembre del juicio del ‘Chapo’ son un auténtico thriller entregado por capítulos. Los testimonios de ex colaboradores del acusado, las grabaciones telefónicas y los documentos hablan de traiciones, infiltración del FBI, pagos a policías, cooptación de autoridades y hasta un supuesto soborno a un presidente mexicano en funciones.
El mexicano Joaquín Loera Guzmán, el ‘Chapo’, líder del cartel de Sinaloa, el segundo más poderoso y famoso del mundo detrás del que lideró el colombiano Pablo Escobar, es acusado de enviar 155.000 kilos de cocaína a Estados Unidos por un valor de USD 14.000 millones, además de cometer múltiples actos criminales.
La vida Guzmán ha llamado la atención de los productores de cine y televisión, pues de ser un humilde campesino pasó a líder de un cartel que se fugó dos veces de cárceles de alta seguridad, ayudó a los pobres y tuvo aventuras de todo tipo. Pero más allá del glamour telenovelesco de su vida, está el hecho irrefutable de que fue un criminal sanguinario, cuyo accionar enlutó y arruinó la vida de muchas personas.
Ecuador fue una pieza en el accionar del cartel de Sinaloa y, según testimonios, hubo militares o ex militares involucrados. No es aventurado decir que a pesar de todos los esfuerzos que se hacen por enfrentar al narco, en el país sigue circulando mucha cocaína para consumo interno y además, que por las fronteras pasan periódicamente cargamentos desde y hacia otros países.
Que Escobar esté muerto y el ‘Chapo’ preso no ha cambiado mucho el negocio de la drogas. La demanda en el mundo desarrollado es alta y las organizaciones mexicanas, colombianas, bolivianas y estadounidenses, y otras, con conexiones en Ecuador, Perú, Venezuela y demás países, están dispuestas a atenderla. Si un líder cae, por más poderoso que sea, es inmediatamente reemplazado.
En la mitología griega, la Hidra es un monstruo acuático que cuando pierde una de sus cabezas, la regenera en dos o más. Lo mismo sucede con los carteles de drogas.
Además, el caudal dinero que genera ese negocio está plenamente inyectado en las economías de muchos países, pero ese es uno de los temas de los que menos se habla, al menos públicamente. En el juicio al ‘Chapo’, por ejemplo, las alegaciones, acusaciones y argumentos, no llegan a tocar con fuerza a ningún banco o institución financiera. Es como si los millones de dólares de los que se habla, simplemente se hubiesen esfumado.
La guerra de los gobiernos contra las drogas, que ha implicado gastos ingentes de los Estados y miles de vidas, además de corrupción y otros males, es un fracaso si se observan los resultados. Una solución definitiva no existe, pero ayudará cambiar el enfoque represivo por uno de salud pública y preventivo, que incluya la legalización de varias drogas.