Reactivación productiva

El acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) es una suma de medidas que llevarán a la economía ecuatoriana a una contracción en este año y a un estancamiento en el 2020. La corrección del déficit fiscal, que es la piedra angular de los males de la economía, se traducirá en despidos en el sector púbico, eliminación o focalización de subsidios a los combustibles -y posiblemente otros servicios públicos- y una reducción de la inversión pública.

Si el Gobierno se limita a cumplir la carta de intención con el FMI, el país solo recibirá noticias de ajuste este año, lo que puede aumentar la conflictividad social y reducir la confianza en el Gobierno. La previsión del FMI es que la economía se contraiga 0,5% este año y el próximo apenas crezca 0,4%, es decir, estancamiento económico, acompañado de un alza del desempleo.

Ahora, el ajuste es necesario tras una década de crecimiento insostenible del gasto y la deuda pública. La nómina de la burocracia se triplicó en una década y la deuda se multiplicó por cuatro. En una economía dolarizada, los aumentos salariales más allá del crecimiento de la productividad reducen la competitividad del país y, por ende, la capacidad de exportar.

Como la corrección de los problemas fiscales genera contracción económica, es necesario impulsar medidas de reactivación productiva para amortiguar el impacto recesivo, sobre todo en este 2019, que será el año de mayor ajuste. Algunas opciones están esbozadas en el mismo acuerdo con el FMI: reforma tributaria, Ley de Emprendimiento, Programa Casa Para Todos, reforma laboral, asociaciones público-privadas, revisión del marco legal para dinamizar el mercado de capitales y más acuerdos comerciales.

La mayoría de ellas no tiene objetivos cuantificables o tendrá resultados en el mediano plazo. La reforma tributaria se presentará a fines de año y su aplicación se prevé a partir del 2020. La reforma laboral parece más urgente y el Gobierno la adelantó para este año, cuando en principio estaba planificada para el 2020.

La Ley de Fomento Productivo 2, que se iba a presentar en febrero, se postergó y la nueva fecha será este 18 de abril. El Gobierno anunció que este paquete se enfocaría en las leyes de Calidad, Emprendimiento, Quiebras, Acuacultura y nuevas reformas al Código Orgánico de la Producción.

Si la propuesta se concentra en cambios o ajustes normativos, el resultado en la producción será mínimo. El aparato productivo requiere de medidas de reactivación inmediatas para generar mayor inversión, inyectar liquidez al mercado, generar empleo y reactivar el consumo de los hogares.

Las medidas para eliminar las rigideces en el mercado del trabajo, sin embargo, deben proteger los derechos de los trabajadores, en un escenario donde la necesidad de generar nuevas fuentes de ocupación puede terminar en una flexibilización laboral que implique un deterioro de la calidad del empleo.

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