A cuidar la liquidez

Miles de familias ecuatorianas están haciendo cuentas de cuánto dinero necesitarán para mantenerse a salvo mientras dura la cuarentena por el covid-19.

La primera pregunta por resolver es cuánto tiempo durará esta cuarentena. Una referencia puede ser la ciudad de Wuhan, epicentro de la epidemia en China, que tardó un par de meses para reducir los contagios, pero luego de aplicar un severo control a la población, usar big data y tomar muestras masivas para poder aislar rápidamente a las personas enfermas.

Las autoridades nacionales y las entidades bancarias se preparan para un escenario que puede tomar entre 60 y 90 días. Las segundas diferirán dos meses el cobro de cuotas de varios tipos de crédito. El IESS aplazará 90 días el pago de los aportes de afiliados voluntarios y sin relación de dependencia, y el Gobierno postergará el cobro del impuesto a la renta de abril, mayo y junio para varios sectores.

El Régimen también pagará dos meses el Bono de Protección Familiar por Emergencia, que consiste en entregar USD 60 a 400 000 familias. Se prevé destinar USD 160 millones para esa finalidad. El objetivo final es otorgar liquidez a las empresas y a las personas para que puedan hacer sus compras de víveres, medicinas y demás artículos mientras dure la cuarentena.

Por ahora, las familias más necesitadas son aquellas cuyos miembros no tenían trabajo o estaban subempleadas antes de la pandemia. De la población económicamente activa, que asciende a 8,1 millones de personas, tres millones tienen un trabajo adecuado, mientras el resto está en el subempleo, recibe menos del salario mínimo o simplemente no trabaja.

Estas familias, conformadas por cinco millones de personas, son las que necesitarán con urgencia apoyo estatal, empresarial y de organismos internacionales para quedarse en casa y así aplanar la curva de contagios.

En los próximos meses, las personas que hoy tienen un empleo adecuado pueden engrosar las filas de desempleados o subempleados, ya que muchas empresas podrían reducir su nómina ante la recesión nacional y mundial.

Para amortiguar el golpe se necesitará de una brutal inyección de liquidez, que permita a las empresas seguir funcionando y a la población continuar demandando bienes y servicios. Eso lo están haciendo EE.UU. y la Unión Europea. Otros países están bajando las tasas de interés y usando sus ahorros para inyectar liquidez a la economía, reactivar el consumo y así impulsar la producción y las ventas.

Ecuador no cuenta con ahorros para esta crisis y dependerá del financiamiento internacional para conseguir liquidez. Para eso deberá contratar más deuda y reestructurar la existente, para liberar recursos y así atender la emergencia por la pandemia.

El margen de maniobra es muy limitado, por lo que las autoridades, al igual que las familias, deberán hacer un manejo cuidadoso de la liquidez en estos meses, priorizando las necesidades básicas: alimentación y salud.

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