Cuándo será el día en que con bombos y platillos -no será para menos-, se inaugure la Biblioteca Nacional de Autores Ecuatorianos, en humanidades y en ciencias, con las obras publicadas en el país y en el exterior. No hace mucho el presidente peruano Alan García, pletórico de entusiasmo y lleno de orgullo, daba cuenta que su Gobierno había hecho realidad un sueño: la Biblioteca Nacional y el Archivo Nacional, de lo mejor en Sudamérica.
Viene a cuento lo antedicho porque el presidente del Núcleo de Imbabura de la CCE, señor Marcelo Valdospinos, me ha enviado el ‘Vocabulario de Medicina Doméstica’ (Ibarra, 2009, tercera edición), del ilustre médico nacido en Caranqui, Dr. José María Troya. Tal obra ya la conocía en su segunda edición, 1906, impresa en Alemania. De ella obtuve una cita bibliográfica que la ponderé por su acierto: “Bocio. Con este nombre figura en medicina la enfermedad conocida vulgarmente con la denominación de coto. Esta enfermedad es más común en la gente pobre”. Al presente nadie discute que los desórdenes por deficiencia de yodo -bocio y cretinismo endémicos incluidos-, adquieren severidad cuando tal deficiencia va acompañada de malnutrición, indicador muy fiel de la pobreza. Cabe que señale, porque tiene relación con este artículo, que fue un investigador ecuatoriano, el Dr. Francisco Fierro Renoy, quien en la Universidad de Chicago descubrió el mecanismo subcelular que explica los efectos potenciados sobre la mielinización y la mielinogénesis cuando a la deficiencia de yodo se suma la pobreza. Tal investigación fue publicada en un ‘Journal’ de los Estados Unidos.
El Dr. Troya falleció en Quito en 1923 a los 73 años. Fue un distinguido profesor universitario que se impuso durante largos años la tarea de ir recopilando todos los conocimientos, empíricos y científicos, que podían ser de ayuda cuando alguien se enfermaba y a nivel familiar se imponía hacer algo a la espera de atención profesional que en ese entonces llegaba tarde o nunca, aparte de que en buen número de casos la sabiduría doméstica obraba milagros.
Una obra adelantada en su tiempo la del Dr. Troya. Tan es así que Ivan Bennett y colaboradores recién en 1980 publicaron su ‘Enciclopedia Médica Familiar’, tan bien recibida en el mundo entero como que fue traducida al español y publicada en Barcelona en 1983.
En la soñada Biblioteca Nacional de Autores Ecuatorianos, empeño de gran aliento, se hallarían las cédulas de nuestra identidad que documentadamente certifiquen que lo de hoy es resultado de un proceso que nos ha significado mantenernos despiertos por generaciones. Y que no somos, ni mucho menos, unos huayrapamushcas, hijos del viento. Y que culturalmente, y por derecho propio, formamos parte del mundo occidental.