Las extorsiones
Mientras el gobierno apuntala sus acciones para asentarse en la ejecución de sus propuestas, el pueblo ecuatoriano está siendo invadido por grupos de delincuentes armados que se están dedicando a extorsionar y apoderarse de bienes (viviendas, minas, bananeras, camaroneras, negocios, tiendas de abarrotes, etc.) y actúan en la sombra y con toda la impunidad porque para ellos no está prohibido, portar armas de fuego, explosivos, etc.), para imponer su presencia. Estamos atemorizados, en estado de desamparo, desprotegidos, asustados, llenos de temor, sin reacción alguna.
Hasta con desconfianza de la misma policía (en algunos casos unos cuantos están involucrados en los delitos) y las fuerzas armadas, no está para cuidar a cada ciudadano.
Es necesario la movilización de la ciudadanía, de la sociedad civil, para hacer frente a esta epidemia, que cada día se expande y toma más fuerza. Exigen una Vacuna (pago de una cuota diaria, semanal, mensual) para supuestamente protegerlos y dejarlos que trabajen en su actividad, sin ninguna complicación para el (propietario-a), ni para su familia o caso contrario le extorsionan primero que lo van a matar a su hijo (a) o a su esposa o, al mismo y te enseñan lo que haces, lo que tienes, y según eso te exigen un valor a pagar). Y luego no se contentan con lo que piden en primera instancia, vuelven a exigir una cantidad astronómica que hay que trabajar solo pagarles la vacuna a ellos. Entonces te queman maquinaria, te mandan una bomba a tu local, te secuestran y hasta te eliminan. Y se atreven a amenazar a los jueces que se ven obligados a dar veredictos de libertad, aun con los correspondientes elementos del delito cometido.
Los empresarios tienen que unirse y hacer un solo frente común y agruparse para decidir acciones en conjunto y formar un escuadrón que los defienda y los proteja en todo momento Los moradores de cada barrio, ciudadela, recinto, tienen que unirse, organizarse para hacer frente a estos que han visto la manera fácil de hacer dinero, extorsionando.
El gobierno debe permitir y dejar armar a la ciudadanía porque no hay otra forma de defenderse. El sicario, el extorsionador, lo usa para hacer daño; entonces porque al ciudadano lo obligan a estar desarmado y no poder tener con que defenderse. Porque una cosa es que te asalten sin poder reaccionar a tener con que reaccionar.
Países desarrollados han entendido que el que adquiere una arma, es porque es una persona que sabe para qué sirve y si la ocupa para el mal, sabe que hay justicia que regula su mal uso y que le puede ocasionar un encierro de por vida o hasta su propia muerte. No por esa autorización se va a dar libertad de matar.
Tiene el gobierno, con el apoyo de la empresa privada, formar comandos de combate, para que puedan ir a sus guaridas, a sus escondites y así mismo les destruyan su vivienda y se tome la ley oriental: ojo por ojo; diente por diente. Yo siempre dije a las ratas, no se las encierra, se las extermina. La ley religiosa tampoco te dice que no debes defenderte. Si dentro de ese acto cae el contrincante, los derechos humanos no puede estar con el que murió porque él fue el causante de su propia acción.
Lionel Efraín Romero Reyes