Esta semana empezaron los controles de la Agencia Metropolitana de Tránsito para impedir que automotores no autorizados invadan los carriles de circulación exclusiva de transporte municipal.
La medida en la que se empeña el alcalde de Quito, Mauricio Rodas, tiene pleno sentido por razones que cabe apuntar.
La idea de dedicar un carril a la circulación exclusiva es que el trole y los dos corredores del sur y uno del norte, por el que transita el transporte a cargo del Municipio, es, sobre todas las cosas, garantizar una circulación fluida de las personas que ya tienen que soportar las incomodidades de unidades sobrecargadas. El cálculo de los expertos en transporte del Municipio demuestra que el tiempo de viaje se alarga sustancialmente cuando automotores no autorizados ocupan arbitrariamente esa vía.
La norma es clara: los carriles solamente pueden ser empleados por altas autoridades y por unidades de emergencia como ambulancias, motobombas y patrulleros policiales , siempre y cuando estén en una situación perentoria que los urja a transitar a velocidad.
El Cabildo ha extremado los cuidados y los controles. En los primeros días varios automóviles de uso oficial han sido detenidos en flagrante infracción. Los ciudadanos suelen señalar que esos autos no deben circular sin placas, pero esta es una práctica habitual.
Cabe hacer un llamado para una contribución cívica que evite atolladeros y congestión en pro de la gente. Un 70% emplea el transporte público.