Los que no podemos ni queremos irnos del país tenemos que darnos un baño de objetividad para no deprimirnos y para trazar una viable ruta de cambio fuera del autoengaño.
Los “Papeles de Pandora” es una investigación y una denuncia sobre un tema global de expatriación de millones de dólares de los más ricos hacia paraísos fiscales, con la finalidad de evadir los impuestos.
La verdad es que este hecho, que es un delito fiscal y un atentado moral contra los respectivos estados, aparece como un escándalo. Sin embargo, es un dato conocido producto de un fenómeno también estudiado y conocido por la ciencia económica y social: el gran capital, no tiene patria ni moral. Su ethos es la acumulación y la codicia extrema.
El diario digital la Jornada del 3 de abril del 2020, al referirse a la expatriación de capitales en México, cuenta que: “De acuerdo con información revelada por la Reserva Federal (Fed, banco central) de Estados Unidos, ningún país latinoamericano supera a México en la cantidad de dinero transferido por sus ciudadanos y empresas al sistema bancario estadunidense: a enero de este año, el monto de los recursos remitidos por mexicanos a cuentas bancarias de la nación vecina sumó 76 mil 166 millones de dólares, 31 por ciento de los 246 mil millones depositados por el conjunto de Latinoamérica. En el podio de la expatriación de divisas le siguen Brasil, con 29 mil 239 millones; Chile, 29 mil 41 millones; Argentina,
22 mil 277 millones; Panamá, 17 mil 199 millones, y Perú, 17 mil 136 millones de dólares…”.
“A fin de dimensionar el significado del monto llevado a Estados Unidos por consorcios y por millonarios personales mexicanos, cabe señalar que duplica el ingreso de divisas por remesas a lo largo de 2019, y multiplica por 3.3 la inversión extranjera directa captada por el país en el mismo año”.
Pasando a nuestra realidad, se dice que los capitales ecuatorianos que están fuera del país en paraísos fiscales suman alrededor de 30 mil millones de dólares.
Definitivamente los dueños de estos dineros no tienen ningún compromiso con sus países ni con su gente. No se
comprometen ni comprometerán con el desarrollo nacional.
Pero, surge una duda: ¿todos los capitalistas son depredadores, rentistas y antinacionales? Según uno de los más prominentes economistas del siglo XX, Joseph Schumpeter, la historia de crecimiento económico capitalista ha demostrado
el gran papel del empresario innovador, que corre riesgos, que se juega por sus ideas,
del emprendedor, que con su acción no solo creó y expandió empresas exitosas, sino que aportó al avance de sus países.
¿Tenemos en Ecuador esos empresarios modernos y nacionalistas?
Si los hay que salgan a dar la cara, que con ellos, junto a la clase media, trabajadores y políticos honestos, se debería ya reconstruir el estado y ciudadanizar la sociedad para salvar al país.