De los candidatos

La vorágine que día a día presentan los políticos respecto de sus candidaturas hace pensar en que se volverán a editar los viejos tiempos del pacto mordoré o de la época de los Bucaram o el General buscando partido para ser reelecto u optar por otra candidatura, seguramente a la Alcaldía, en su tercer partido en las tres últimas elecciones o los coroneles, orgullosos de sus gestas por ser reconocidos como un partido que no registró firmas falsas o la familia humillada haciendo su propio show con sus hijos que nos recuerdan sus propias imágenes de hace 15 años atrás.

La izquierda una mezcla de ingenuidad, sapería (de sapos), de ambiciones, de líderes descompuestos, sacados de los partidos en los que militaron.

Las derechas que, sin piso, no podrán confrontar políticamente a nadie por tener un largo rabo de paja y por último el inefable empresario que no da su brazo a torcer, que incumple con sus obligaciones no solo con el Estado sino con quienes colaboran con él y que es el único que no se da cuenta de que no tiene ninguna opción en las próximas elecciones. Felizmente el pueblo llano ya no come cuento de políticos.

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