La factura costosa de la economía, que los expertos atribuyen a erradas políticas públicas y a manejos dispendiosos del erario nacional, quizá aceleran la ansiedad por lanzar candidatos.
Es verdad que para las elecciones de febrero de 2017 faltan todavía 15 meses y además los nombres que han salido a la arena, hasta que no se formalicen, no son sino los de precandidatos presidenciales.
Todo eso es cierto. Pero es tan cierto también que ya hay al menos siete candidaturas en el debate y faltarán unas cuantas más, de aquellos ‘outsiders’, aventureros o ciudadanos con legítimos derechos de aspirar a sacar al país de la crisis que el Gobierno no ve.
Desde la elección pasada, en el año 2013, ya es un candidato instalado, Guillermo Lasso. El formador de Creo ha luchado denodadamente por construir una tesis política. Levantó su voz por la consulta popular y se muestra como un líder opositor claro, respetuoso y visible. El gobiernismo se esmera en insistir que fue banquero, como si esa sola condición fuese un pecado mortal. Como si en el país no hubiese bancos que hicieron bien las cosas y sostienen el sistema productivo pese a las tormentas.
Otro precandidato que ha surgido es Abdalá Bucaram Pulley. Al frente de Fuerza Ecuador, un nuevo partido, carga con el pasado del PRE y la presidencia de su padre y habrá que medir la propuesta que trae. La política le corre por las venas y hay que ver hacia dónde apunta su temprano anuncio.
Sin un lanzamiento oficial pero con un trabajo político sostenido está también Ramiro González y Avanza. Se formó en Izquierda Democrática y fue prefecto de Pichincha. Pasó al gobierno de Rafael Correa al frente del IESS y fue ministro. Obtuvo con su grupo un resultado interesante en las elecciones seccionales de 2014 y salió del Régimen con tensiones evidentes y el consabido rechazo duro desde el poder y el discurso oficial para todo el que disiente.
Otro frente todavía en gestación es uno que abarque la tendencia del centro hacia la izquierda y en ese espectro los nombres que se barajan no tienen todavía rango de candidatura presidencial, pese al prestigio y calidad intelectual de Paco Moncayo o Enrique Ayala, debido a que primero se debiera conformar el frente y luego definir un plan y un candidato que será de oposición.
Otra postulación posible es el retorno de Álvaro Noboa. Parece que no le bastan sus varios fracasos -pese a que siempre recuerda que triunfó, cuando Jamil Mahuad fue presidente- y tiene todavía músculo financiero y afán de perseverar. Ya se verá.
En las últimas semanas y a pesar que ya se hablaba del nombre de Cynthia Viteri, Jaime Nebot apareció en escena mencionado por la propia legisladora y excandidata presidencial en 2006. Un nombre que crece cuando la candidatura oficial de Rafael Correa se diluyó por la realidad económica.
En Alianza País hay nombres: Lenín Moreno, Jorge Glas -muy presente en la propaganda-, Gabriela Rivadeneira, Gustavo Jalkh podrían llevar la cruz y los méritos del oficialismo y su ya larga y gastada travesía.