Desde 1992 hasta la fecha, el Estado ha invertido 134 545 577 dólares en la construcción del canal de riego de Zapotillo, al sur de la provincia de Loja.
En un informe elaborado por el ingeniero Marco Peñaherrera Gallardo, asesor del Ministerio de Agricultura y Ganadería, se indica que se requieren 4 718 912 dólares adicionales para la conclusión de las redes terciarias, trabajos necesarios para el aprovechamiento de esa anhelada obra.
El proyecto del canal de Zapotillo fue diseñado para captar 8 de los 35 metros cúbicos por segundo del río Catamayo, que, según se dijo en ese entonces, habían sido aforados en el mayor estiaje, en las décadas de los 80 y 90, lo que hubiese permitido regar 8 476 hectáreas, pero un informe reciente del ingeniero Norman Montoya, técnico del INAR, señala que la medición en el mes más seco de los últimos años ha dado como resultado una drástica disminución a 2 metros cúbicos/segundo, volumen insuficiente para ejecutar un programa de riego continuo.
En la actualidad se cultiva un total de 1 454 hectáreas en esa área.
Hay problemas tales como la mala calidad del agua, por los altos niveles de saturación de sales y suspensión de sólidos; escasez de suelos aptos para la agricultura; especulación de la tierra, cuyos precios superan hoy los 1 500 dólares/hectárea; falta de demarcación de los terrenos; desalojo indiscriminado de campesinos asentados por muchos años de manera precaria; baja densidad poblacional; alto promedio de edad de los residentes y poco interés de los jóvenes por la actividad agrícola, ya que prefieren el comercio fronterizo, especialmente la venta de combustibles al Perú, según se desprende del informe del ingeniero Peñaherrera.
Se recomienda, además de la construcción de las redes terciarias, la elaboración inmediata de una propuesta con alternativas válidas de producción, que se adapte a las condiciones sociales y culturales de la zona, a la demanda del mercado y a los recursos disponibles; establecer una oficina de la Subsecretaría de Tierras en Zapotillo, a fin de atender la alta demanda de titulación e intervenir en la solución de los problemas de precarismo y desalojo de campesinos; instaurar un programa de extensión para trabajar con los productores en su organización, transferencia de tecnología y capacitación; rehabilitar la granja experimental Garza Real; recuperar el programa de mejoramiento genético y manejo caprino; reunificar los servicios públicos de apoyo al programa en una oficina, en las instalaciones de la sede de Predesur.
El Presidente de la República ha manifestado su preocupación por este programa en beneficio de los habitantes del cordón fronterizo.
Es la oportunidad para que dé su apoyo a ese postergado y desértico rincón de la patria.
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