Café de Colombia

La semana pasada Colombia fue sacudida por un paro cafetero. ¿Qué reclamaban los productores? El problema es de larga data, tiene que ver con el surgimiento de Vietnam al primer lugar en la exportación cafetera. Pero en lo inmediato, es un problema de precios.

Un dirigente cafetero declaró para Portafolio que "el costo de producir una carga de café oscila entre 650 000 pesos y 700 000 pesos, mientras que el productor recibe 575 000 con el subsidio de 60 000 pesos por carga".

Terminó el paro con el compromiso del Gobierno de incrementar el subsidio a 145 000 pesos, con lo que se cubriría la diferencia entre costos y precios. El erario colombiano sufragaría 800 mil millones de pesos en 2013.

¿Por qué los costos han subido tanto en relación al precio? El Ministro colombiano de Agricultura culpó a la revalorización del peso, y pidió al Banco de la República medidas contundentes "para que nos ayude en la lucha contra la revaluación. Si la tasa de cambio estuviera en los 1 900 a 1 950 pesos, pueden estar seguros que… el precio estaba mucho mejor de lo que está." (El Espectador, marzo 7). El dólar está a 1 804 pesos; el Ministro colombiano quiere una depreciación de 5%.

El peso está fuerte por la combinación de las millonarias exportaciones mineras y el fuerte ingreso de capitales privados, situación similar a la de Perú y Chile.

Es irónico, pero el presidente Correa se queja que por estar dolarizados, no hay política cambiaria, y lo obliga a crear impuestos a las importaciones e incluso a las exportaciones, sobre la porción del valor de estas que no retorna al país.

Más bien, la dolarización nos está ayudando para mantener nuestra competitividad .

Colombia no está dolarizada y no puede impedir la revalorización de su moneda. Si estuviera dolarizada, no tendría ese problema. Es evidente que el Gobierno colombiano tiene conciencia de la importancia de la producción y exportación cafetera para sus campesinos y economía en general, al punto que este año destinará USD 443 millones para subsidiar al productor.

Nuestro Gobierno, en cambio, dentro de su ideología del Buen Vivir, considera que la agroexportación no agrega valor, que es una depredación ambiental, y más bien incide en el incremento de sus costos y carga tributaria. Parecería considerar que nada se pierde si decae o desaparece esa exportación. El banano es hoy el rubro más vulnerable. En 2012 el volumen de sus exportaciones cayó 14%, en buena medida porque los productores carecieron de un flujo de caja para afrontar, entre otros, los gastos de fumigación contra el hongo que prolifera con las lluvias.

Es paradójico que en el campo de Guayas, Los Ríos y El Oro, donde se respira banano, el Presidente y Alianza País triunfaron abrumadoramente.

Suplementos digitales