Como si fueran la nueva Inquisición, las autoridades y los poderes fácticos de México hostigan, censuran e incluso asesinan a las defensoras de los derechos de las mujeres.
En una reedición actualizada de la persecución social, política y religiosa que sufrieron las mal llamadas “brujas” durante la Edad Media, en México las mujeres que defienden los derechos humanos, sexuales y reproductivos son desprestigiadas, amenazadas, perseguidas de manera implacable e incluso asesinadas por el poder y el crimen organizado. Feministas, académicas e integrantes de organizaciones civiles por los derechos de las mexicanas coinciden en que por hoy la Inquisición que perseguía a las mujeres de la antigüedad por ser sabias y libres, prevalece bajo el disfraz de la Iglesia, en especial la católica, y el sistema patriarcal que reprimen derechos femeninos.
En su libro ‘El retorno de las brujas’, la filósofa especialista en ciencia y género por la Universidad Nacional Autónoma de México, Norma Blázquez Graf, explica que las mujeres de la Edad Media con conocimientos de anatomía, sexualidad, reproducción y botánica, representaron una “amenaza” para la sociedad, la Iglesia y, sobre todo, para la hegemonía masculina. Entre los conocimientos femeninos que fueron prohibidos y castigados estaban el control de la natalidad y la práctica del aborto. Diversos autores señalan que desde el principio del cristianismo, los anticonceptivos naturales fueron considerados “pecado”. Blázquez Graf advierte que en el siglo XXI las mujeres de conocimiento se han reacomodado al ocupar espacios importantes, logrando cambiar los espacios institucionales, por lo que todavía son vistas como “amenazas” por el patriarcado.
A decir de la psicoanalista Jean Shinoda Bolen, autora del libro ‘Las brujas no se quejan’, en la actualidad el patriarcado “tiene miedo”, y por ello ataca los derechos de la población femenina a fin de eliminar conquistas ganadas desde hace décadas. “Siempre antes de un cambio profundo, aquellos en el poder se fortalecen o golpean más duro: con represión y violencia. Eso está sucediendo ahora contra las mujeres”.
Para Marusia López, coordinadora en México de la organización internacional Asociadas por lo Justo (JASS, en inglés), en el país se está ante una “cacería de brujas”, toda vez que la violencia contra las mujeres en todas sus formas es utilizada como mecanismo de control y para infringir miedo en la sociedad. “La saña, el incremento del feminicidio, el uso de la violencia contra ellas por parte de las fuerzas militares en complicidad con el crimen organizado dan cuenta de ello, y lanza el mensaje de que las mujeres deben estar calladas”.