Un año y medio y los resultados del gobierno permiten resaltar lo siguiente: El desmarque del presidente actual de los correistas y principalmente de su líder apostado en Bélgica. Moreno como camaleón resolvió transitar por la ruta de la sensatez y del clamor de más del 75% de la población, no todos votaron por él.
El impulso de la consulta popular para institucionalizar el país a través del Cpccs t, que se disolverá al concluir el encargo.
La gestación de un dialogo nacional, inexistente durante una década, donde el monarca dictaba sentencia desde las sabatinas, ha provocado una gestión dinámica del Ministro de Comercio Exterior, hoy de Industrias y del Ministro de Economía en donde buscan incansablemente el arribo de inversión extranjera e integrar al aparato productivo privado a las decisiones nacionales y regresarle la responsabilidad de ser el motor de la economía.
Una ley de comunicación que está por reformarse para bien de la libertad de expresión. Propuestas para retornar a un esquema educativo no de grandiosas construcciones corruptas sino de una enseñanza eficaz y cercana a los jóvenes de la patria.
La devolución a los afiliados de la seguridad social del 40% de recursos que les fueron retirados para engordar el pozo de la década del robo, ineficiencia y corrupción.
Y algunas otras cosas más en lo tributario, que en definitiva, le otorgan al Presidente y su gobierno una calificación aceptable por la velocidad de acción y los temas abordados.
Y para los dos años que faltan qué?
Acción inmediata y profunda en el desmantelamiento del narcotráfico, que fue parte de la economía y el gobierno de la década pasada. Tremenda papa caliente que el Presidente y la justicia deben abordar con determinación y sobretodo sin contemplación.
La Balanza de Pagos es otro tema importante, que junto con el déficit fiscal son de muchísima fragilidad. Trabajar en un plan real y posible que permita aumentar las exportaciones fuera del petróleo, evidentemente la agroindustria y la minería es la forma, y tomar decisiones para bajar la cuantía del déficit para los años venideros. La no acción en el retiro del subsidio al Diésel resulta desilusionante y denota un quiebre en el foco que debe tener el gobierno en esta materia, considerando que no es un gobierno de mediano plazo sino de transición. Igualmente profundizar en los multilaterales y hacer un plan más contundente en la reestructuración de la deuda externa.
Continuar persiguiendo a los ladrones del correato y hacerles devolver todos los recursos. Aun hay que mejorar la calificación en los dos años que restan, que no se nos vaya otro Alvarado y que las obras que se propongan realmente se focalicen en las necesidades nacionales, tarea aun difícil pero que debe ir por buen camino.s