El buen vivir, según Camus

¿Debo suicidarme? Esta es la más importante pregunta que todos deberíamos hacernos, decía Albert Camus. El suicidio es el primer tema sobre el que cada uno de nosotros tendría que reflexionar porque la vida es tan absurda que talvez no merezca ser vivida, agregaba este filósofo francés de origen argelino.

En "El mito de Sísifo", Camus concluyó que el suicidio no era una opción justificable argumentando que, a pesar de todo, siempre sería posible dar sentido a nuestras vidas. ¿Por qué? El hecho de saber que vivimos es un estado de incertidumbre permanente y que ninguna verdad es inmutable ya es un dato específico de la realidad a partir del cual las personas podríamos construir nuestra vida, argumentó este escritor.

Lo absurdo de la vida no desaparecerá si cerramos lo ojos y le damos la espalda. Por esta razón, la mejor opción que tenemos las personas es vivir y contemplar ese sinsentido con una actitud rebelde, decía Camus.

Se refería a una rebeldía metafísica que consiste en ver al mundo tal cual es, sin usar los filtros de la religión o de las ideologías que explican convenientemente el dolor humano, por más irracional e injustificado que sea.

"Para un hombre sin anteojeras no hay espectáculo más bello que el de su inteligencia en lucha con una realidad que le supera", escribió Camus. Las doctrinas que tienen explicaciones plausibles para todo anulan nuestra propia conciencia y nos restan autonomía moral; nos convierten en autómatas incapaces de tomar decisiones propias y evitan que nos hagamos cargo de nuestros aciertos y errores.

Si vemos al mundo tal cual es y concluimos que tiene poco sentido, concluiremos que el porvenir (o el mañana) son nociones inservibles y que, por tanto, es mejor vivir el presente. Acumular experiencias en cada momento vivido y buscar la felicidad .

Es que, según Camus, tener conciencia del absurdo de la vida es también encontrar un camino hacia la dicha, porque eso nos permitirá saber que nuestra existencia tiene muchas posibilidades y que en alguna de ellas podríamos realizarnos como personas. "La felicidad y lo absurdo son dos hijos de la misma tierra", escribió.

Como Sísifo, que está condenado a subir una roca a la cima de una montaña, una y otra vez, los hombres también podemos encontrar la dicha en nuestro destino personal. ¿De qué manera? Siendo conscientes de él; entendiendo perfectamente nuestra circunstancia.

Esta semana Albert Camus hubiera cumplido 100 años de vida. La muerte le sobrevino tempranamente, pero nos queda su legado filosófico y literario. La obra de este pensador y escritor debería ser estudiada ampliamente porque sigue siendo útil para desentrañar los dilemas que debemos enfrentar quienes vivimos en esta era secular y posmoderna.

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