Buen ejemplo, pero…

Mientras en Venezuela cinco aspirantes a la Presidencia por diversos sectores de oposición han decidido deponer ambiciones personales y aunar fuerzas para enfrentar en las urnas al coronel Chávez, en nuestro país se vislumbra la consabida proliferación de aspirantes al solio de Carondelet, lo que significa un fácil triunfo del presidente Correa.

Conscientes de que el camino para frenar al actual Presidente venezolano, en su intento de lograr otra reelección de seis años, es con la participación de un candidato único, los precandidatos conformaron un Frente de Unidad Democrática y se comprometieron a respetar el resultado del proceso democrático primario que culminará el 12 del presente mes y apoyar a quien obtenga la preferencia mayoritaria para terciar en los comicios del 7 de octubre, que son de vital trascendencia para el destino histórico del país cuna de Simón Bolívar y de Sucre, y tienen importante repercusión en el Continente, por el liderazgo y la influencia del Mandatario izquierdista, de quien dice el servicio secreto de Estados Unidos “hay fundadas dudas de que no está curado del cáncer”, a lo que se suma su responsabilidad en el crecimiento delictivo, la escasez de alimentos y de energía eléctrica y la más alta inflación de Latinoamérica no obstante los ingentes recursos petroleros.

Mientras tanto, pese a que el panorama electoral es bastante similar en Ecuador, se vislumbra la proliferación de precandidatos y chimbadores. Ya han presentado ante el Consejo Nacional Electoral, CNE, más de las 158 000 firmas de respaldo que exige la ley, equivalentes al 1,5% del registro electoral y han sido registradas seis agrupaciones políticas; una está en la fase de verificación de la autenticidad de los números de cédula y rúbricas, y varias se hallan empeñadas en cumplir ese requisito dentro del plazo que termina el 20 de julio, condición sine qua non para que puedan participar con candidatos propios en las elecciones del 30 de enero del año 2013, aunque está en capilla el calendario electoral, por las consabidas manipulaciones.

Pese a que ninguna agrupación política ha cumplido aún el proceso de selección interna de candidatos, se mencionan ya varios nombres y es evidente que surgirán unos cuantos más, aunque ninguno de ellos tenga mayor posibilidad, por sí solo, de enfrentar con éxito al presidente-candidato, quien se halla en campaña permanente, según expresión del Secretario de Comunicación, y para lo cual cuenta con un descomunal equipo publicitario.

Así las cosas, el panorama electoral es diferente en los dos países, en los cuales sus respectivos mandatarios pretenden arraigarse en el poder, siguiendo el mal ejemplo de sus adalides, los hermanos Castro, quienes gobiernan Cuba desde hace más de medio siglo en forma ininterrumpida y hacen alarde de democracia…

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