¿La tercera es la vencida? El fracaso es huérfano y nadie quiere hacerse cargo, pero en realidad, las mentes inteligentes con humildad aceptan los errores y aprenden de ellos.
En el caso del correísmo, ese ejercicio puede resultar cuesta arriba, así como, justamente arriba, es decir, en las cabezas, pueden estar las explicaciones de su contundente fracaso en estas elecciones. Tienda política que por cierto, estaría embebida en una contienda interna de dimes y diretes a fin de echarse la culpa los unos a los otros, al punto que Luisa y Correa correrían en solitario la tesis del fraude, cuando importantes miembros y cercanos, empezando por Aquiles A., se habrían “atrevido” a darle la espalda al mashi, deslindándose de esa idea.
Ante la pregunta si ¿la tercera es la vencida? La respuesta es ni la tercera ni la cuarta. El correísmo nuevamente cae estrepitosamente y, Carondelet se vuelve un fantasma cada vez más distante. La primera podemos decirlo fue con L. Moreno, pese a que fue puesto por ellos mismo y que constituyó quizás el error más grande que se arrepentirán por siempre, ya que como todos sabemos y en buena hora por cierto, éste les dio la espalda, abrazando Moreno la Libertad y la Democracia. En ese orden de ideas, la segunda fue cuando Lasso venció a Arauz, en la época en la que se acuñó la famosa frase “Andrés no mientas otra vez”, haciendo alusión que por la boca del candidato de la revolución salían palabras alejadas de la verdad. La tercera fue a raíz de la disolución de la Asamblea, cuando Noboa se impuso ante Luisa. Y, ahora, la cuarta, cuando nuevamente se repite el mismo escenario, pero con mayor contundencia.
¿Por la boca muere el pez?: Las explicaciones del fracaso correísta en estas elecciones, estarían no tanto por lo que hicieron o no hicieron, sino más bien por lo que dijeron y no callaron:
Hablar de ecua dólares, gestores de paz, negar nerviosamente la desdolarización, afirmar el reconocimiento del gobierno dictatorial de Maduro, atacar furiosamente a Noboa en el debate, descomponerse y perder los papeles cuando saltó a colación el apodo puesto casa dentro de “rana René”, hablar que el dólar se estaría debilitando en el mundo y que la gente migrará a otra moneda, sin fundamento lanzarse a la aventura de no reconocer los resultados de las elecciones (cuando existían de por medio más de diez puntos de diferencia), los audios de los chats de Verduga, etc, etc. Todo esto explicaría, que contribuyó poderosamente en el derrocamiento de las aspiraciones presidenciales del correísmo, las propias e impertinentes bocas y voces propias, en muchos casos, de sus máximas esferas, tales como Correa, Patiño y Luisa.
Ni contigo ni sin ti: a) Por lo visto, lo que le queda al correísmo, más allá de recoger los pasos en Carondelet, es seguir perturbando a la democracia y a la gobernabilidad desde la asamblea, lo cual lo han venido practicando fielmente por varios años ya, en aras de la cada vez más lejana impunidad. b) No solo que por la boca muere el pez, sino que, el pescado se pudre por la cabeza, y en el presente caso, las cabezas habrían sido las responsables de su agonía política en lo que respecta a alcanzar la presidencia en todos estos períodos. Siendo así, parece ser que, el correísmo se olvidó del sabio refrán popular: “en boca cerrada no entran moscas”… c) La columna principal del correísmo, sin duda es Correa, pero curiosa y contradictoriamente, es éste quien concomitantemente a su vez constituye la mayor viga fracturada que “apuntala y posibilita” en cada carrera presidencial su propio fracaso.
Dado lo cual, el eslogan que ahora mejor les queda a los revolucionarios de RC5, en lo que respecta a alcanzar la presidencia es: !Hasta la derrota, siempre!