Cuando todo parece haber traspasado el límite del absurdo la situación de Venezuela, cargada de sorpresas, muestra que aún hay espacio para lo inverosímil. Con argucias legales el Consejo Nacional Electoral, sospechado de gobiernista impenitente, bloquea la realización del referendo revocatorio. La medida de incluir esta figura surgió tras la última derrota del Partido Socialista Unido, cuando Hugo Chávez vivía y había sufrido un revés electoral. Fue una válvula de escape a la presión, pero hoy se ve que la voluntad de cumplir el mandato legal es eludida.
Si no se realiza el referendo este año la posibilidad constitucional de remover de su cargo a Maduro fenecería por el plazo consignado, lo que explica la maniobra.
La semana trajo además la noticia de la prohibición de salir del país a líderes políticos de oposición. Varios están presos y condenados, como Leopoldo López, desde las protestas del 2014. El reclamo por la situación recreó al presidente de la Asamblea, Henry Ramos Allup, que calificó al Gobierno de Maduro de dictadura. La Asamblea tiene mayoría opositora desde enero pasado, ya que derrotó al chavismo.
El izquierdista Luis Almagro, secretario General de la OEA se pronunció en un ‘tweet’ condenando ‘la negación del CNE al pueblo de Venezuela de su derecho constitucional de revocar’.
La esposa de Leopoldo López, Lilian Tintori, ha dicho en redes sociales que ‘no nos cansaremos nunca hasta ser libres’. Henrique Capriles, ex candidato presidencial y líderes opositores llaman a una movilización para el próximo miércoles. ‘El pueblo movilizado para restituir el hilo constitucional’. Hizo el líder un llamado a la Fuerza Armada para que haga valer la Constitución.
En días anteriores el Régimen esquivaba a la Asamblea anunciando que el Presupuesto para el ejercicio 2016 lo aprobaría el Tribunal de Justicia, que controla el Régimen. Señales claras de concentración de poder y burla de los caminos constitucionales.