¿Revolución Ciudadana? ¿Que la Patria ya es de todos? ¡Engaño! Cuando se trata de seducir al pueblo, ciertos políticos lo hacen muy bien, para eso tienen a los genios de la imagen que venden elefantes cuando se trata de hormigas. Repiten, a una comunidad mal informada y engañada, frases bonitas y ajenas a la realidad. Los noveleros del socialismo del siglo XXI piensan que los pelucones, parafraseando a Marx, son el “opio del pueblo”, cuando la dirigencia actual es nefasta para los ecuatorianos a los que ilusionaron con esperanzas.
La política implantada para los pobres es la ‘bonomanía’, mientras los jerarcas de Alianza País aprovechan de sus jugosos viáticos, solo comparables con los que algunas multinacionales pagan a sus gerentes. Al pueblo le toca las migajas dejadas por los comensales de Carondelet en los opíparos festines pagados con dineros públicos’ pero ¡solo son unos pocos miles de dólares! A este panorama se suma la intención de los dirigentes elegidos por un pueblo engañado, de mejorar su transportación, a costa del trabajador que se moviliza por calles y avenidas de las ciudades en buses y colectivos destrozados, sin mantenimiento ni control. Los cadáveres se desparraman en las carreteras, ante los actos de contrición sabatinos del gobernante, que como única ‘penitencia’ convoca a sus subalternos para llamarles la atención’ de eso no pasa.
Mientras el gobernante se alimenta con delicias preparadas por ‘su’ chef belga, pagado con dineros públicos, el almuerzo rural escolar está por ser suspendido de las escuelas fiscales. El programa de alimentación para niños de escasos recursos creado por antecesores del actual Mandatario desaparecerá por obra del Presidente. En su lugar, y con recursos que servirían para dar comida a niños que realmente necesitan de al menos una menestra diaria, se ha conocido la intención de adquirir otro avión para que los viajes, dentro y fuera del territorio ecuatoriano del economista Correa y sus incondicionales servidores, sean con la comodidad de un príncipe de emirato árabe, degustando esas “porquerías” que saboreaban los pelucones, como caviar, pavo, champán. El dulce encanto de la vieja burguesía imitado por la joven guardia socialista.
La alimentación escolar de Amaguañas, Caizas, Chulcomanobandas, y otros desaparecerá, porque ese dinero que es inversión, se destinaría a la comodidad de Correas, Alvarados, Celis, y otros nuevos pelucones que necesitan lujo en sus periplos intercontinentales para conversar y cantar, mientras los cholos, montubios, indígenas, negros, pasan hambre. La nueva burguesía en el poder, comiendo y viajando como la gente que critican, pero emulándola.