Assange, ¿ángel protector?

Cuando en junio del 2013, Snowden, excontratado para espionajes informáticos, por una contratista de la NSA -Agencia Nacional de Seguridad- de los Estados Unidos, entregó información clasificada que publicaron The Guardian y el Washington Post, prefiriendo no quedarse en el anonimato, porque entonces expresó "no tengo intención de esconder quién soy porque sé que no he hecho nada malo", apareció Julián Assange como su ángel protector.

Assange ha hecho de la sede de la Embajada del Ecuador en Londres, en que se encuentra en asilo diplomático, su central de trabajo, para seguir procesando información por el conducto de Wikileaks contra Estados Unidos, concediendo entrevistas y dando charlas por skype.

Y cuando EE.UU. le anula el pasaporte a Snowden, habría influenciado sobre el cónsul del Ecuador en Londres, Fidel Narváez, para que le extienda una especie de salvoconducto, dándole a Snowden el carácter de refugiado, con el que pudo viajar de Hong Kong a Moscú, el 22 de junio. El primer aviso de ese salvoconducto -con regocijo por el éxito de la operación- fue de Assange, el 23 de junio.

El cónsul Narváez no es de carrera diplomática, sino un activista, contacto entre el Gobierno ecuatoriano y Assange antes del asilo en la Embajada en Londres, y con quien ha compartido días y noches por meses.

El presidente Correa ha explicado su desconocimiento en la sabatina del 29 de junio: "ABC News Radio dice que yo sabía del salvoconducto. O sea soy tan bruto que ordené al Cónsul de Londres que emita un salvoconducto para que un ciudadano estadounidense salga de China y vaya a Rusia. Eso no tiene ni pies ni cabeza. La verdad el cónsul se extralimitó en sus funciones y tendrá la sanción del caso. Probablemente en su desesperación que talvez Edward Snowden iba a ser capturado lo hizo sin autorización ni conocimiento del Gobierno ". Hizo mención que al inicio pudieron darse contradicciones porque parte del equipo de relaciones exteriores estaba de vacaciones. En su caso, precisó, estaba de campamento en Mindo, sin conexión ni telefónica.

Al periódico The Guardian, Correa le ha expresado que su gobierno "no ayudó intencionalmente" a Snowden, agregando "fue un error de nuestra parte". A la tacha de Assange de que el vicepresidente Biden de los Estados Unidos llamó el pasado viernes 28 de junio al presidente Correa para presionarlo, la reacción de éste ha sido inmediata y de rechazo, repitiendo lo ya dicho el fin de semana: "jamás" se lo presionó. "Lo que sí manifestó -Biden- es que las relaciones bilaterales se iban a deteriorar fuertemente".

¿Seguirá Assange "desfaciendo entuertos" contra la política exterior norteamericana? Seguro que sí. Tiene la protección diplomática de su sede en Londres.

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