No tengo ni la fecha ni la forma, lo cierto es que en un futuro los asambleístas del Gobierno que no son deliberantes sino obedientes, tendrán que rendirle cuentas al país por sus genuflexiones al Ejecutivo, así como el poder central tendrá que justificar las razones técnicas, económicas y legales que les ha permitido hacer lo que están haciendo y lo que han hecho a lo largo de estos más de ocho años.
Para empezar, en un futuro se deberá cambiar de forma y de fondo la Constitución de Montecristi que siendo legal, porque una mayoría la aprobó y no tenemos otra opción que por lo pronto “aceptarla”, es una suerte de colchón constitucional para que el Gobierno haga y deshaga, a su total antojo, lo que decida.
Han perfeccionado en una norma legal los excesos, aunque algunos hasta han salido fuera de la Carta Magna.
Autoridades de este Gobierno y de anteriores reconocieron y legalizaron la deuda del Estado con el IESS en el aporte del 40% de las pensiones de jubilación. El 14 de los corrientes, la Asamblea Nacional haciendo uso de su aplastante mayoría aprueba la eliminación de esta obligación del Estado, aduciendo hábilmente que se trata del reemplazo de una deuda por una garantía. Lo que ocurre es que al Gobierno le falta plata, no quiere ajustarse y, así paguen con bonos, le quita espacio de endeudamiento y quiere abrirse esa ventana.
Están jugando con fuego. Todos tenemos padres, tíos, hermanos y amigos jubilados y por jubilarse que sienten que se verán afectados, aunque en la práctica los que están realmente complicados son los jóvenes que algún día serán jubilados.
El hecho de la ineficiencia del IESS, con lo cual estoy de acuerdo, le rebota al propio Gobierno, pues ha sido el administrador durante estos 8 años. La ineficiencia del IESS no es argumento para justificar que el Estado no pague lo que debe. Si esa es la razón, pues yo tampoco pagaría mis impuestos porque la calidad del gasto público es mala, pues 1/3 de los ingresos del presupuesto se dedican al gastos de inversión mientras 2/3 se dirigen a gastos corrientes. Además, se gastan en las sabatinas injuriando a los opositores, ridiculizando a los que pensamos distinto o le prestan plata pública al señor Duzac. El superávit del IESS no quiere decir que sea financieramente sólido. Es un error técnico sostener eso, pues confunden liquidez con estabilidad financiera y solidez patrimonial.
Si la deuda del Estado con el IESS no la van a reconocer, pues mañana no reconocerán otras obligaciones argumentando cualquier asunto. Se les sigue yendo de las manos el manejo económico y no son lo suficientemente responsables para aceptar que se han equivocado.
Más de ocho años hemos estado con el tema que el desorden fiscal es causa de muchos males y no han querido aceptar aduciendo los típicos ejemplos de las carreteras, de los médicos y los profesores. No mismo quieren entender. ¿A quién le van a echar la culpa cuando esto reviente?
Columnista invitado