La razón de ser de un gobierno es velar por la salud, educación y seguridad de sus ciudadanos y buscar eliminar la pobreza a través de un esquema regulatorio que genere oportunidades y permita a sus mandantes, a través de la libertad, que estos se desarrollen. El resto de actividades pueden estar delegadas al sector privado.
Con esta definición clara de lo que debe hacer un gobierno, sus políticas deben ir dirigidas a obtener resultados en los frentes anteriormente indicados. Esto es, asegurar la salud para los ecuatorianos que no tienen acceso a un sistema privado. Velar por una educación pública que alcance los niveles del primer mundo Y atender la seguridad interna y externa del país, que tanta falta hace actualmente, luego de la consolidación del narco estado tan bien logrado con el padrinazgo del gobierno de la revolución ciudadana.
¿Dónde debe estar enfocado el presupuesto del estado? En estas tres actividades y el remanente se debe destinar a fomentar programas de aseguramiento agrícola para sostener la alimentación nacional, fomentar la competitividad agroindustrial para incrementar las exportaciones y pagar las deudas internas y externas del país.
Si el enfoque del presupuesto es este, esto mismo deberían indicar las partidas presupuestarias o al menos dar señales de que se está caminando hacia estas metas.
La realidad y el modelo es otro, el enfoque está destinado a sostener la enorme burocracia que es 3 veces más grande de la requerida y mantener actividades que nada tienen que ver con un manejo eficiente del Estado. Compañía telefónica, empresas estatales de actividades no necesarias, organismos que regulan temas irracionales y otros varios.
El resultado del modelo practicado desde hace 5 décadas, no crea oportunidades sino que obliga a los ciudadanos a contribuir con más impuestos para seguir arreglando los problemas deficitarios de una aspiradora de recursos que se nutre de la ineficiencia permanente.