Los agentes económicos están a la expectativa de los resultados de la negociación que emprendió Argentina con el Fondo Monetario Internacional (FMI), para acceder a un crédito que, según especialistas, sería de USD 30 000 millones. Las autoridades gauchas aseguran que tienen que optar por este camino para ‘evitar una crisis cambiaria mayor’, por la abrupta depreciación del peso ante el dólar.
El ‘fantasma’ del FMI reactivó la preocupación de los argentinos, porque ese organismo se constituyó en un ‘salvavidas’ para el gobierno de Fernando de la Rúa (2001), pero desencadenó en una serie de protestas por los alcances de la receta del FMI, que incidió en el programa económico con duros esquemas de ajustes y recortes de gastos, a cambio de obtener multimillonarios créditos.
Mientras hay expectativa por el desenlace en el cono sur, en el país hay que poner atención a la situación argentina. En lo inmediato, uno de los primeros efectos que salpican se nota en la percepción del riesgo sobre los bonos de los países emergentes, entre ellos Argentina y Ecuador. Ahora existe más preocupación y eso ocasiona una mayor tasa de interés, a la hora de colocar nueva deuda.
Si bien Argentina avanza en un proceso gradual de reforma económica, la reducción del déficit fiscal es una de las tareas más complejas. El presidente Mauricio Macri ha insistido en mencionar que el elevado gasto público desatado en el gobierno de Cristina Fernández es una de las principales razones por las cuales la economía argentina todavía sigue en un proceso de estabilización, que incluso lo llevaron a realizar ajustes en las tarifas de los servicios básicos, desde el 2015.
El elevado gasto público es una seria amenaza para la salud financiera de los países. En su momento lo vivió Grecia y ahora la factura la paga Argentina. En el caso de Ecuador este es un tema recurrente: si no se reduce el gasto público, no habrá manera de salir de la crisis. Si bien en el plan económico se mencionan algunas acciones de ahorro, no son suficientes. El modelo tiene que cambiar.