Apocalipsis propio

El próximo año se consumará el festín. Como en casa de auténtico “nuevo rico” los asesores gubernamentales se preparan para que en este país de boyante consumo, no se vea austeridad, aun bajo un panorama mundial incierto. Así como sucede con esa extraña costumbre humana que hace que ante una inminente escasez, crisis o guerra, las personas se dediquen con ferocidad animal a todos los dionisíacos excesos posibles; por acá se viene el año del derroche y la borrachera generalizada.

Supongo que habrá que entender que el Gobierno bienaventurado lo hará por nuestro bien. Después de todo, quiere salvarnos de nuestro armagedón chiquito, luego de superado el vaticinado por los mayas.

No olvidemos que ellos dijeron que en el 2012 todo estaría bajo riesgo de desaparición. Por eso, si sobrevivimos la profecía mayor, luego vendrá la madre de todas las batallas –la elección presidencial - así que igual de cataclismos, no nos salvamos. Aunque en este caso sería la enésima de las batallas, o la enésima de las madres –da igual– porque este cuento de guerras de vida o muerte, ya se lo ha repetido excesivamente, ¿no recuerdan bajo qué promesa se aprobó la Constitución, se reeligió a Rafael Correa, se votó en la consulta popular? En cada una de esas nos enfrentamos al ángel caído con cara de guadaña que pretendía arrebatárnoslo todo.

Pero volviendo al cuento actual, si vencemos a los mayas, estaremos otra vez ante un Apocalipsis fraguado hábilmente para forjar una apolillada disyuntiva. El bien encarnado por el mesías gobernante, y el mal, por toda la caterva multiforme de enemigos de la patria.

Así, tendremos que escoger entre condenarnos en el ardiente infierno partidocrático o reinar para siempre en los sempiternos –literalmente- cielos revolucionarios.

Para la cósmica guerra, no se escatimará ningún esfuerzo, habrá que ostentar prosperidad, las arcas políticas y económicas del Gobierno deberán desbordarse. Para eso ya aprobaron el presupuesto más voluminoso de toda la vida republicana del Ecuador. Así este paisito vivirá su hora de oro, y el Gobierno también. El libreto ya está escrito y el “trailer” se puede ver gratis en youtube.

No importa si el 2013 resulta ser de vacas flacas, lo significativo es la inmediatez del triunfo –la 2da. o 3ra. reelección, no es cosa menor-. No importa si luego nos toca vivir días oscuros y aciagos, “lo bailado no nos quitará nadie”, como dice el popular adagio. Con muertos y heridos se lidiará después. Vivir el día es la consigna, como dirían los más sofisticados aficionados al existencialismo.

Pero mientras esperamos la venida de los correspondientes Apocalipsis, les recomiendo mirar el desenfreno de lejos. No vayamos a padecer nosotros también de intoxicación grave.

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