Luego de dos gobiernos militares, tras la dictadura de Velasco Ibarra, llegó Plan del Retorno. El telón de fondo en materia de la economía es el anuncio de la política del endeudamiento agresivo. Y así fue. Era la época del primer ‘Festín del petróleo’ (libro estudiado de Jaime Galarza). Para muchos, un camino sin vuelta atrás, para otros, ‘la maldición’.
El gobierno de Roldós afrontó varios retos. La Constitución proclamaba una economía combinada entre el Estado, la empresa privada, la empresa mixta y la propiedad comunitaria. Todo en libre mercado. El Gobierno entró y el legislativo duplicó el sueldo básico (de 2000 a 4 000 sucres). Llegó la Guerra de Paquisha y con ella la gran contracción , subió la gasolina.
Luego de la tragedia aérea que acabó con la vida del Presidente Jaime Roldós y, asumió Osvaldo Hurtado. Sus primeros tiempos ya presagiaban inflación del 7% (Informe a la Nación, 10 de Agosto de 1981). Pero eso no fue todo. Un feroz fenómeno de El Niño arrasó con la producción agrícola, inundó la Costa y destruyó puentes y carreteras que se tardaron años en reponer. Y para rematar, la crisis de la deuda Latinoamericana del 82. La sucretización, muy criticada por muchos, para otros fue la única salida para que las empresas floten.
Con grandes expectativas de reactivar la producción llegó al poder León Febres Cordero. Blasco Peñaherrera planteó la desburocratización que tuvo dificultades y el camino económico fue afectado por el terremoto de 1987 que rompió el oleoducto y causó más de 1 000 muertes.
Rodrigo Borja tuvo mayoría en sus primeros años y una oposición desmedida a mitad de ciclo. La inflación desbordó pero algunas leyes laborales estimularon las nuevas corrientes y se pasó una reforma tributaria indispensable.
Alberto Dahik, al mando de la economía marcó al gobierno de Sixto Durán Ballén, las reformas consultadas no pasaron. La futura crisis financiera se estaba incubando en la apertura total para la banca y las financieras que obraron sin muchos controles. La Guerra de Paquisha afectó a los depósitos monetarios considerablemente.
Tras la debacle de Bucaram, que estudió la dolarización, al Presidente Interino Fabián Alarcón le cayó otro fenómeno de El Niño fuerte y además, sacudones en el entonces fuerte mercado de flores en Rusia.
Llegó Jamil Mahuad, los bancos cargados de préstamos vinculados hicieron agua, se cerraron 19 de las 36 instituciones financieras. El uso del dinero público en la banca con problemas desfinanció a la Caja Fiscal. El impuesto al 1% de los depósitos estimuló la desintermediación financiera. La dolarización hundió a Jamil pero salvó al país. Gustavo Noboa hizo la Ley Trole.
Con Lucio, Mauricio Pozo creó un fondo petrolero. Un impulsivo ministro Correa lo desbarató en el Gobierno de Palacio.
Correa quintuplicó el presupuesto en la década del derroche, gozó del festín petrolero parte II. Infló al Estado y alentó nuevas fortunas. Pero los glotones se indigestan.