@VicenteAlbornoz
No es que el 2015 va a ser un año en que las estanterías de los almacenes van a estar vacías, pero sí se va a notar algo más la escasez de varios productos, especialmente de cosas importadas. Y todo está conectado con un tema electoral. La conexión es sencilla.
Imagínese que usted estuviera en el Gobierno y su meta fuera ser reelegido en el 2017. Para eso necesita, obviamente, mantener alta su popularidad. Para ser popular se requiere de varias cosas, pero una economía dinámica siempre ayuda mucho a la popularidad del Gobierno de turno (al igual que una economía en crisis es la receta más segura para su impopularidad).
Para mantener la economía moviéndose, lo ideal sería que las personas y las empresas estuvieran invirtiendo mucho en instalaciones, fábricas, equipos, etc., pero resulta que la inversión privada en el país es poca. Es como que los que podrían invertir no se atreven, como que tienen miedo de que les cambien las reglas de juego en medio de la partida.
Así, el problema se resume en que para reelegirse necesita ser popular, para ser popular necesita una economía creciendo, para que la economía crezca se requiere de inversión privada, pero resulta que no hay suficiente. Entonces la solución puede ser tratar de sustituir la inversión productiva por más gasto del Gobierno. Así la gente tiene dinero, se dedica a consumir y hay la sensación de que la producción crece.
Pero aumentar el gasto público garantiza que la gente tenga plata para comprar más, pero no necesariamente que vaya a adquirir cosas producidas en el Ecuador. Algunos ciudadanos, en uso de su libertad, podrían tener la “tentación” de comprar cosas importadas. De esa manera, mientras más aumenta el gasto público, más crecen las importaciones.
Mientras usted tenga bien financiado su presupuesto, ese sistema hasta puede funcionar por un tiempo (claro que con crecientes importaciones), pero la cosa se complica cuando cae el precio del petróleo y el Gobierno se empieza a quedar sin plata. Para mantener el gasto alto (y la economía, y la popularidad, etc.) habrá que endeudarse y si no hay suficientes préstamos externos, habrá que endeudarse dentro del país (de la seguridad social, por ejemplo). Así, la deuda se convierte en gasto público, el gasto público pone más plata en los bolsillos de los ciudadanos, con más platita la gente compra más, el país importa más y salen dólares al exterior. Y no es bueno que de un país dolarizado salgan dólares.
Siga pensando que su meta es reelegirse y se dará cuenta que tiene un dilema: o baja el gasto y cae su popularidad (pero dejan de salir dólares) o mantiene alto el gasto y restringe las importaciones (para tratar de mantener su popularidad alta mientras evita que salgan demasiados dólares). Esa es la conexión entre la posible escasez del 2015 con los temas electorales.