Hoy, con la carrera de la Maratón y varias finales, termina la Olimpiada número 31 que bien merece el título de “fiesta deportiva gigante”, con una felicitación justa y mundial al Brasil, a Rio -la ciudad maravillosa- a los casi 11 mil deportistas y a los organizadores. El escenario fue hermoso y bien planeado, las competencias emocionantes, el ambiente grato y sabroso.
Las damas se lucieron tanto como los varones. Numerosos fueron los deportistas que batieron marcas y brillaron. No faltaron los bailes nocturnos en el sambódromo carnavalero de Río.
Los triunfadores gozaron y varios de los vencidos derramaron lágrimas. Estados Unidos llega primero, tal como sucedió en la mayoría de los Juegos Olímpicos de la Edad Moderna, y por el segundo puesto compiten el fino Reino Unido y la gigante China. Brasil ocupa el puesto15. Colombia, Argentina, Cuba han ganado medallas. El gran antecedente de estos Juegos son las Olimpiadas griegas que se realizaron -especialmente en la ciudad de Olimpia- desde el año 736 antes de Cristo hasta el 393 después de Cristo.
La primera Olimpiada de le Edad Moderna se realizó, luego de largos preparativos y dudas, en Atenas, la capital de Grecia, en abril de 1896. Los problemas económicos griegos suscitaron dificultades. Un barón francés, Pierre de Coubertin, fue el más entusiasta y el evento contó con la presencia de 197 deportistas griegos y 88 extranjeros que compitieron en tenis, esgrima, ciclismo, tiro, natación y atletismo. El nivel de los participantes fue más bien bajo pero el público siguió con emoción las competencias y mas aun la última prueba atlética, a la que se llamó “carrera de la maratón”, pues rememoraba un episodio histórico, según el cual en tiempos muy antiguos un soldado-mensajero corrió 42 kilómetros y 185 metros para informar en Atenas del triunfo en una batalla librada en la ciudad de Maratón y luego murió. En la Maratón de 1896 tomaron parte 49 deportistas y el triunfador fue un modesto personaje de apenas 1.63 de estatura y que se había desempeñado como pastor y panadero. Spiridon Louis fue el héroe de la primera Olimpiada, agasajado por el rey Jorge de Grecia y aplaudido en las calles por los habitantes de ese país.
En cada Olimpiada se suscitaron casos anecdóticos de la más diversa naturaleza. Como lo que sucedió en los Juegos de 1936, en Berlín, tres años después de que un personaje polémico y racista, Adolfo Hitler, asumiera el mando en Alemania y se convirtiera en perseguidor de judíos y enemigo de los negros. El caso singular de esa Olimpiada fue el gran triunfo del corredor afroamericano Jesse Owens, quien ganó los 100 metros planos y otras tres medallas de oro, en medio de la indignación de Hitler. Mas aun cuando otros afroamericanos made in Usa lograron nuevas victorias. Por cierto en la gran Olimpiada de Río de Janeiro hay aplausos para todos los triunfadores y los africanos y los afroamericanos o afrojamaicanos logran muchos aplausos y medallas de oro, plata y bronce.