Ayer se cumplieron cinco años de la irrupción de Julian Assange en la embajada del Ecuador en Londres.Cuando el hecho ocurrió Assange producía y conducía un programa de entrevistas a líderes polémicos y cuestionados que se emitía por Russia TV.
Julian Assange era procesado por presuntos delitos sexuales y requerido por la Justicia sueca en una causa que quedó disuelta hace poco. El nombre de Assange se hizo famoso por sus investigaciones de los correos de varias empresas grandes que revelaron temas ocultos de interés público. Assange y su organización Wikileaks empezaron luego a divulgar correos de las embajadas de Estados Unidos en distintos países, y su gigante publicación fue de máximo interés de los grandes periódicos del mundo.
De allí parte todo un debate sobre la tarea de Assange: ¿es de periodista o de pirata informático? Hay distintos puntos de vista pero parece una mezcla de ambas actividades.
En cuanto Assange se introdujo en la sede de la embajada del Ecuador en Londres su caso se siguió con máximo interés. El personaje de origen australiano siempre ha sostenido que corre riesgo de ser detenido y juzgado por Estados Unidos por las revelaciones polémicas y delicadas de Wikileaks.
Ecuador, en su pleno derecho, concedió asilo diplomático a Assange pero el error fue no haber determinado los límites del asilo, que en el caso de un personaje tan mediático siempre pueden rozar temas polémicos y hasta lesionar las relaciones del Ecuador con otros países.
Assange abusó de la hospitalidad del Ecuador, usó la oficina como a bien tuvo, emitió declaraciones, hizo política y forzó muchas situaciones incómodas.
El país fue tolerante pese al abuso. El 24 de mayo el presidente Lenín Moreno instó a Assange a no intervenir en política ecuatoriana y tampoco de otros países. Assange no ha sido respetuoso con políticos ecuatorianos de oposición y se permitió responder al Presidente, lo que lo pinta de cuerpo entero.