La lista es corta, aunque los temas son profundamente complicados: inseguridad, narcotráfico y corrupción. Tres encuestas, cuyos resultados publicó este Diario la semana pasada, revelan este complejo panorama que los ciudadanos piden que se atienda con urgencia en torno al orden público. Cedatos dice que el 10,4% de los consultados está inquieto por la falta de seguridad. Market advierte que es el 8,9%. La cifra que más alarma es la que difundió Habitus Millward Browm: 53,2%.
Pero el Gobierno maneja sus propias cifras y asegura que del 2007 al 2016 la tasa de homicidios bajó de 17,57 a 5 por 100 000
habitantes. En ese tiempo además se incautaron 330 toneladas de drogas y los delitos a escala nacional se redujeron un 17%.
Pero en los barrios cada asesinato, cada asalto desatan conmoción entre los vecinos, como ocurrió con los crímenes del periodista Robert Salazar (07/11/2016) y el del policía Wilmer Goyes (04/10/2016) o cuando los microtraficantes captan a jóvenes para vender mezclas peligrosas de droga.
La agenda está allí y los candidatos a la Presidencia deberían tratarla sin ataques ni confrontación, como ya ocurrió con otro asunto delicado: el militar. Los desgastantes roces con el Gobierno hicieron que el 29 de noviembre, el general activo Luis Lara incluso demandara la inconstitucionalidad de la Ley del Issfa. El presidente Rafael Correa respondió y tildó de trogloditas y fascistas a los militares retirados. Señores candidatos, tal vez sea hora de sentarse, hablar y conciliar.
Que todo sea por el país y en ese sentido, quienes buscan llegar a Carondelet tampoco pueden olvidarse de la crisis humanitaria que a mediados de año se desató en Ecuador por la llegada de haitianos y cubanos sin documentos. Una legisladora de A. País ya confesó que en la Asamblea del 2008 se les olvidó incluir en la Constitución el concepto de migración responsable. Es hora de corregir estos vacíos.
La corrupción es capítulo aparte. A un 17,4% de encuestados por Cedatos le inquieta. Son temas sensibles y hay que tratarlos como tal.