Se busca frente económico

El Presidente Moreno decidió deshacerse de una parte de su equipo económico, puntualmente de aquellas personas que fueron el referente del modelo aplicado en la última década.

Con esta decisión, el Primer Mandatario reconoció que las críticas sobre su manejo económico tenían parte de razón, pues era absurdo que un Gobierno que se empeña en responsabilizar de la crisis económica al Régimen anterior mantenga en su equipo a los responsables de esa crisis.

Tampoco era coherente pedir a los empresarios que inviertan y se conviertan en el motor que necesita la economía, cuando por otro lado las autoridades económicas seguían defendiendo el protagonismo del Estado a través un mayor gasto público.

Estas contradicciones se hicieron evidentes cuando el Ejecutivo envió a la Asamblea el proyecto de Ley para la Reactivación Económica, que prometía recoger las propuestas de un diálogo público-privado de tomó alrededor de tres meses.

Sin embargo, apenas se conoció el proyecto de ley, los supuestos beneficiados fueron los primeros en cuestionarlo. Industriales, comerciantes, exportadores, banqueros y trabajadores criticaron que se quiera reactivar la economía subiendo impuestos a las empresas y a los trabajadores, lo cual va en contra de la lógica económica. Más impuestos significa menos recursos para consumir, lo que reduce la demanda, las ventas y el crecimiento económico.

Por eso, y haciendo gala de la apertura al diálogo, el Gobierno tuvo que reformular su proyecto original cuando este recién empezaba a debatirse en la Asamblea, donde se incorporaron más cambios en el debate en el Pleno.

Hasta ahora, el proyecto de Ley para la Reactivación Económica ha sido modificado en un 60%. Eso evidencia que el frente económico, responsable de elaborar la propuesta, no está alineado con la política de impulsar la economía a través del sector privado. Si esta situación no se corrige, es posible que sea necesario buscar otro frente económico.

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