¿Todos los caminos conducen a Correa? Hasta antes de que el canciller Guillaume Long confirmara que el ex vicepresidente Lenin Moreno recibe fondos públicos para financiar su estadía en Ginebra, él se perfilaba como la principal opción presidencial de Alianza País.
No obstante, el panorama parece estar cambiando en el oficialismo rápidamente. El presidente Rafael Correa viene dando pistas de lo que podría ser su próxima jugada, pero además ha esbozado el camino que seguiría para candidatizarse el 2017.
Una de las vías sería la declaratoria de inconstitucionalidad a la disposición transitoria que le prohíbe postularse para los siguientes comicios. Para esto solo se requeriría de un pronunciamiento de la Corte Constitucional. Así, dándose por descontado que el tribunal falle a favor de esa tesis, está maniobra volvería innecesaria la consulta popular que impulsa el colectivo Rafael Contigo Siempre, que lleva a cabo una acelerada recolección de firmas en
varias provincias.
Tampoco es descabellado pensar que Correa mantenga latente la posibilidad de su candidatura como un elemento cohesionador de su movimiento, que experimenta una fractura por la incertidumbre de la sucesión. Hasta hace un par de semanas las cifras fueron favorables a Moreno. En sondeos de junio, medido con Jaime Nebot y Guillermo Lasso, prácticamente sus números duplican al primero y cuadriplican al segundo. Tenía un 41 por ciento de preferencias.
Aunque aún está por verse el nivel del desgaste que tendrá Moreno por el escándalo de Suiza y de que su candidatura sigue siendo viable, el anuncio de Correa pone otra carta sobre la mesa. Su estrategia vuelve a centrar el debate electoral en la posibilidad de su postulación. De esta forma, retoma el control de la agenda, copa los medios y las redes con noticias sobre las tres opciones presidenciales de su movimiento y reafirma que el proyecto de AP empieza y termina en su figura.