La audacia del correísmo, a veces solo los que quedan y a veces juntos con los disfrazados que dicen apoyar al gobierno desde dentro o fuera del régimen, no tiene límites. Hoy pretenden boicotear las acciones del Consejo de Participación Ciudadana Transitorio, que por mandato popular mayoritario está evaluando y limpiando a los ineficientes organismos de control, que taparon la corrupción (el caso del ex contralor prófugo de la justicia), que permitieron el descalabro del seguro social y que estuvieron sometidos a la nefasta administración del Presidente anterior. Le metió la mano a la justicia para lograr fallos a favor del poder, que les proteja de la corrupción, con órdenes de altas autoridades y con la venia de servidores correístas que se tomaron el órgano disciplinario.
Resulta que hoy, a la cabeza el atropellador de derechos y libertades, pretenden entorpecer las acciones del Consejo Transitorio para que no sigan con su trabajo que les incomoda y se descubran otros actos de corrupción, en medio del festín de los recursos que hicieron. Sabatinas con gastos abusivos y exagerados y arbitrariedades con recursos que los ecuatorianos aportamos para la reconstrucción luego del terremoto del 2016, confirmados en informes de Contraloría. Se resisten a que se desbarate el modelo corrupto que instaurara y protegiera el autoritario y que quiere permanecer en la impunidad.
No tienen calidad moral para hablar hoy de violaciones de DD.HH. cuando fue el cínico el primero que cometió estos hechos, criminalizó la protesta social, abusó del poder hasta dejar en soletas a la economía, una enorme deuda externa que hizo crecer más de cinco veces de lo que recibiera y lo más grave y que podría ser juzgado por la permisividad con la narcoguerrilla en frontera norte y el debilitamiento de la fuerza pública.
Intentan cuestionar a un hombre público intachable, probado y honesto, Julio César Trujillo, de los pocos que existen en el país. El mismo arbitrario de los 10 años le insistió que aceptara su participación en la Comisión de la Verdad, que conformara al comienzo de su mandato. Allí sí valía pero hoy no porque lidera la limpieza de los organismos de control y el destape de la corrupción correísta, de lo que el país ya está horrorizado.
Los ciudadanos no pueden mirar desde la comodidad las intenciones del nefasto correísmo, que disfrutó del Estado una década, que hoy se resisten a ser fiscalizados, están asustados por tanta fechoría y trabajan en la desestabilización del gobierno. No puede permitirse que se sigan burlando más con tanta mentira y engaño que impusiera con propaganda oficial el abusivo del poder. Los respetables miembros del Consejo Transitorio merecen el respaldo ciudadano para que sigan sin miedo en la tarea encomendada por el pueblo.