Hace poco oí a un ministro del área de economía vanagloriarse porque el PIB no petrolero es el que está empujando el crecimiento de la economía. Decía que eso implicaba que el país había roto su dependencia del petróleo. Estaba muy equivocado.
Claro que algo de verdad había en sus palabras, pues desde el año 2007 el crecimiento de la economía se ha dado en el sector no petrolero. Pero eso, por más paradójico que parezca, es justamente porque el Ecuador es cada vez más dependiente del precio del petróleo.
Para apreciar el tamaño del error ministerial hay que ver la forma en la que se calcula el PIB y, sobre todo, el crecimiento del PIB. Recordemos que el PIB es la suma de todo lo producido en un país, por lo que se lo puede equiparar con “el tamaño de la economía”. Pero para calcular su crecimiento, intencionalmente, se descarta el aumento de los precios. Por lo tanto, si el Ecuador produce el mismo número de barriles de petróleo, el PIB petrolero es el mismo, sin importar si el precio subió o bajó.
Pero durante este gobierno, la producción de crudo ha caído, por lo que el PIB petrolero también ha caído. El PIB petrolero de 2011 fue 8% más bajo que en 2006. En otras palabras, como se ha ahuyentado a la inversión privada en el sector de los hidrocarburos y porque el gobierno no es capaz de aumentar su propia producción, hoy el país produce 8% menos barriles que hace 5 años.
Pero claro, esos barriles se vendieron, en números redondos, al doble del precio del año 2006. Por eso, el país recibió casi el doble de dólares (a pesar de la caída de la producción). Y el gobierno recibió una mayor proporción de esos dólares y se los gastó hasta el último centavo.
Y con esos millones de dólares adicionales, se pagó más a un número creciente de burócratas, grandes cantidades de publicidad y obras públicas. Eso logró que, a pesar de la escasa inversión privada, la economía se mueva. En términos técnicos, se aumentó la demanda y se fomentó el consumo.
Pero ese aumento del consumo sólo puede ocurrir si hay abundantes recursos provenientes del petróleo. Y como la producción cae, eso sólo se puede dar si el precio sube. Así, la economía sólo podrá “moverse” si el precio del petróleo está al alza.
Por esta razón (por el buen precio del barril) es que la economía no petrolera ha podido crecer en estos años. Y como el precio del barril ha subido bastante, el PIB no petrolero del 2011 fue un 30% más alto que en 2006.
Sí, la economía no petrolera ha crecido, pero es justamente porque se financia con un creciente precio del barril. Y cuando ese precio cae, la economía no petrolera también cae, como ocurrió a mediados del 2009. Y si el precio se dispara, lo no petrolero está muy bien como a mediados del 2011.
En realidad, ya no somos “dependientes”, ahora somos adictos al petróleo.