Alentar a nuestros jugadores, emocionarse con sus goles, las garotas, la comida, la samba, sí, pero hay otro motivo también importante.
Es casi una certeza, en Brasil existe una burbuja inmobiliaria similar a la que estuvo detrás de la crisis de Estados Unidos y España. Los precios han aumentado en 200% desde el 2008 y a pesar de esto las instituciones financieras siguen otorgando créditos (aunque un poco más precavidos, sin que se genere una burbuja crediticia como en los anteriores casos). En Río y Sao Paulo un apartamento puede costar 60% más del valor que tendría en Miami, según Élite International Realty. Los precios parecen haber perdido cualquier fundamento matemático, como señala el profesor Samy Dana del Getulio Vargas Foundation: “Los precios han pasado los límites”. Se puede seguir cotidianamente el desarrollo de esta burbuja en sitios como Burbujainmobiliaria.com o el blog “Tem algo de errado ou estamos ricos” (Existe algo erróneo o estamos ricos).
Al tiempo, Brasil está gastando en infraestructuras para el Mundial más que Alemania y Sudáfrica juntos; lo que el diario Sipse ha llamado un “gasto criminal”. Son 3 400 millones de dólares gastados hasta ahora (5 700 presupuestados) frente a 1 500 en Alemania y 1 400 en Sudáfrica; o en otras palabras, Brasil se va a gastar para el Mundial más de lo que nosotros queríamos que se nos pague durante 20 años por no explotar el Yasuní… y todavía faltan los gastos para los Juegos Olímpicos del 2016.
Se acaba de reportar para el 2013 el récord de salida de dólares en los 10 últimos años. Este monto solo se vio superado en el 2002 cuando los inversores huyeron del país al llegar al poder un político con antecedentes radicales (el redimido Lula da Silva), como lo señala el Financial Times al declarar el “Fin de una era” para Brasil. Es apenas otro dato negativo para el 2013, donde también se obtuvo la peor balanza comercial en 13 años, Bloomberg reportó para Brasil el peor desempeño en el mercado de acciones entre los 20 mayores índices de equity, y se produjo la mayor bancarrota de toda la historia de América Latina (la de Eike Batista y su compañía OCX).
¿Cuál es el souvenir “maravilloso” que los Juegos Olímpicos del 2004 les dejó a los griegos y al resto del mundo? No de unas bonitas ceremonias, ni de los récords deportivos, sino del bombazo que este significó para su economía, de cómo estos juegos fueron símbolo de la excentricidad de una economía de “nuevos ricos” que marcará a varias generaciones futuras. Brasil pasa por un periodo boyante y efervescente, impulsado por un desarrollo económico sin precedentes, hay que ir a visitarlo rápidamente –mientras se encuentre en este estado- porque existe la posibilidad de que el futuro sea más negro.