Inquietudes nacionales

1.- ¿Cómo reactivar la economía, el tejido productivo y fomentar las fuentes de empleo?

Esta es la gran pregunta que busca respuestas en todas partes del mundo. Posiblemente lo primero que requiera atención, comprensión y más que nada convencimiento por parte de los gobiernos y las actividades privadas es la nueva y disruptiva etapa por la que atraviesa el mundo: la denominada “de la aceleración”, que ha puesto al remojo las visiones de la capacidad de adaptabilidad humana frente a la velocidad con la cual avanza la tecnología. Sin duda, la gran tarea de todas las sociedades es encontrar la forma como pueden sostener una mano de obra que pueda apropiarse de estos cambios de forma intensa y permanente, es decir que disponga de un sistema educativo flexible, con instrumentos de apoyo y comunicación que habiliten mantener al día el conocimiento, a la par que dispongan de una política laboral que se asiente en la cooperación, la productividad y el entrenamiento sucesivo.

La incorporación de la “supernova” como medio de acumulación de información disparó la importancia de los datos que de forma diaria y desprevenida salen de la interconexión entre seres humanos y permiten interpretar su conducta para ofrecerles soluciones a sus intereses o influir en su comportamiento, con lo cual la creación de valor económico ha sufrido un profundo cambio (Big Shift lo dicen) de la pertenencia de stocks al flujo del conocimiento.

Está claro el camino por el que se transita hacia un futuro con oportunidades y el Ecuador debe entender esa realidad para construir la sociedad que pueda defenderse y ofrecer bienestar. Obviamente es una visión que tomará tiempo en concretarse, por lo cual en la “nueva transición” (derivada de la crisis actual) será indispensable consolidar una política económica que respete sus equilibrios fundamentales (especialmente el fiscal) y se encamine hacia una economía verde, con energía e industrias limpias, decididamente dedicada a producir para los mercados internacionales como fuente de generación de empleo estable. La pelea contra la pobreza basada en creación de riqueza y preparación del capital humano son la combinación que puede sacar a este país de su embrollo.

En síntesis poner a la formación del ser humano por delante a la vez que se trabaja por tener una sociedad estable, confiable, con un Estado responsable y decidido a enterrar la corrupción.

2.-¿Cómo mejorar el ingreso per cápita de los ecuatorianos?

La única manera de conseguirlo es con crecimiento económico superior al demográfico que sólo se lo consigue cuando las reglas económicas están alineadas o son consistentes con los incentivos necesarios para atraer a los capitales requeridos para formar nuevas empresas y ofrecer empleo. Pero no sólo eso, sino que exista un ambiente que ofrezca seguridad y continuidad de las normas económicas para conseguir que esos emprendimientos sean de largo plazo y consistentes con los objetivos que busca el país y que a la vez los necesita la economía mundial.
Ahora bien, para que ese crecimiento pueda ser calificado de “adecuado” será necesario conseguirlo aprovechando las habilidades de una mano de obra que sea conseguido con programas de educación prácticas y modernas que sean consistentes con la complejidad del manejo de nuevas tecnologías.

La lucha contra la economía informal que representa la mayoría del mercado laboral es o debe ser parte de ese objetivo redistributivo que reduzca el nivel de inequidad.

3.-¿Con qué acciones y en qué tiempo se puede acortar la brecha entre ricos y pobres, y que los ecuatorianos más pobres mejoren su condición?

No hay mejor fórmula que la derivada de un manejo serio, equilibrado, honesto de los recursos encargados por la sociedad al Estado para el cumplimiento de sus obligaciones fundamentales. La utilización eficiente de ese dinero, producido por las actividades privadas, en educación, salud, medio ambiente, enfrenta a las causas de la pobreza. No es cuestión de monto sino de calidad de gasto.

De esa manera con el tiempo se construye un país mas equitativo, predecible, confiable, con oportunidades similares para todos los estamentos. Es por lo tanto una tarea que lleva años en realizarse y requiere perseverancia, responsabilidad y mucha honestidad.

Ningún país que ha retado estos principios ha logrado cumplir este propósito. Incluso muchos sólo consiguieron multiplicar la indigencia.

4.- ¿En lo inmediato y en el mediano plazo, qué reformas económicas considera importantes, cómo las priorizaría usted?

Algunas ya están en camino de ejecución, entre las cuales se destacan: el regreso de las reglas macro fiscales para mantener una política fiscal ordenada y la flexibilización parcial de las normas laborales.

Creo que faltan: la recuperación de la autonomía del Banco Central y el impedimento de su uso como caja chica del gobierno apropiándose de recursos que no son de su propiedad y ponen en riesgo la estabilidad de la dolarización. La reforma tributaria para precisar los objetivos de impulsar la inversión, eliminar esa serie de impuestos distorcionadores y anclar de mejor manera la tributación al consumo (excepto el de bienes esenciales). Enfrentar el grave problema de la seguridad social con una reforma integral del sistema. Completar la reforma laboral para manejar los derechos de las partes de manera equilibrada y justa en un ambiente de respeto y responsabilidad compartida.

Sin embargo, lo más importante es tener el convencimiento nacional de que estos cambios son los necesarios e indispensables para tener un horizonte más claro.

Deseo a los lectores un 2021 mejor del año que pasamos.

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