Marianne Van Steen *
Este marzo se conmemoró los 60 años de los Tratados de Roma, el primer paso hacia una Europa unida. Desde la creación de las Comunidades Europeas en 1957, los ciudadanos de nuestros países han disfrutado de seis décadas de paz, prosperidad y seguridad sin precedentes.
El contraste con la primera mitad del siglo XX no podría ser mayor. Dos guerras catastróficas en Europa entre 1914 y 1945 dejaron millones de muertos y un continente devastado. La integración europea ha sido el proyecto de paz más exitoso de nuestra historia.
El mundo atraviesa momentos de gran incertidumbre: el equilibrio mundial está cambiando y se pone en tela de juicio con demasiada frecuencia los cimientos de un orden internacional basado en normas. En este escenario, la Unión Europea será una potencia cada vez más crucial para preservar y reforzar el orden mundial.
La UE es el mayor mercado mundial y el principal inversor extranjero en la mayoría de las partes del mundo. Representamos el desarrollo sostenible, las sociedades integradoras, la lucha contra todas las desigualdades – en materia de educación, de democracia y de derechos humanos. Estas acciones se orientan como una inversión inteligente que repercutirá en la seguridad y prosperidad global.
Desde los años 80, la UE ha profundizado los contactos con Ecuador, tiene una Delegación desde 2003. El Acuerdo Comercial que entró en vigor este año demuestra nuestro compromiso por un comercio justo con reglas claras en que ambas partes pueden ganar. Pero nuestra amistad va más allá del comercio, apoyando al fortalecimiento de la economía popular y solidaria, la lucha contra el cambio climático, y el respeto de los DD.HH.
La Unión Europea también apoya a Ecuador con su estrategia de reconstrucción tras el terremoto, bomberos de toda Europa llegaron a las zonas afectadas a través del Mecanismo de Protección Civil de la Unión. Además, como primer cooperante bilateral de Ecuador, hemos otorgado apoyo presupuestario no reembolsable para la reconstrucción, financiación genera importantes vínculos de confianza, permitiendo que el país dirija libremente esos recursos al área prioritaria que haya sido definida para la intervención.
Volviendo al ámbito mundial, aunque estamos viviendo tiempos imprevisibles, creemos que el 60º aniversario de los Tratados de Roma nos brinda la oportunidad no solo de reafirmar nuestro compromiso con los objetivos sobre los que se sustenta el proyecto europeo, sino de dar pasos pragmáticos y ambiciosos hacia adelante.
La Unión Europea es y seguirá siendo una potencia sólida, cooperativa y fiable. Por lo que una cosa es segura: la UE seguirá situando estos valores en el centro de su política exterior.
*Embajadora de la UE en Ecuador