Las vibraciones producidas por el ronroneo están entre los 20 – 140 Hz. Foto: Pixabay.
Para los amantes de los gatos, pocas cosas se comparan con la sensación de acariciar un minino que ronronea. La calma y la tranquilidad vuelven mientras el estrés y las preocupaciones se pierden entre las ondas que produce el felino al ronronear.
Posiblemente sea porque, a diferencia de los perros, los gatos no siempre buscan un contacto con los seres humanos. Al contrario, son más reservados, misteriosos e incluso distantes.
Si bien la experiencia de los padres de gatos dice que sus pequeños felinos producen este sonido cuando están felices o sienten placer, algunos estudios muestran que hay más motivos –menos agradables- para ronronear.
El estrés, dolor, hambre, angustia o tristeza pueden hacer que un minino emita estas señales, dice un estudio realizado por el Instituto de Investigación de Comunicación de Fauna en Carolina del Norte.
La investigación, realizada por Elizabeth von Muggenthaler sugiere que las vibraciones producidas por el ronroneo son de baja frecuencia (20-140 Hz) y “ayudan a aliviar el dolor y promueven la sanación de músculos y tendones”. Entonces, ¿es posible que la naturaleza les haya otorgado a ciertos felinos un mecanismo de auto sanación?
El doctor T.F. Cook publicaó un texto en el Journal Veterinario de Nueva Zelanda que parece dar una respuesta. El estudio cuenta el caso de un gato que tenía disnea (dificultad para respirar). Sin embargo, cuando el gato empezó a ronronear, su respiración se normalizó. Parecería que el ronroneo despejó sus vías respiratorias, dijo Cook.
Los resultados de estas investigaciones no solo resultan beneficiosos para los felinos sino para los seres humanos. Científicos rusos y ucranianos descubrieron los beneficios de los estímulos vibratorios y los han utilizado en rehabilitación física. No hay que olvidar que aunque los animales pueden dar bienestar, no sustituyen las terapias médicas especializadas.